El Aljarafe peleará hasta el final para forzar a la Junta de Andalucía a que dé su brazo a torcer y acceda a la ampliación de la línea 2 del Metro de Sevilla . Los municipios que exigen desde 2009 la llegada del servicio al Aljarafe calificaron de “poco sentido común” la decisión de la Consejería de Obras Públicas de descartar toda modificación que implique una ampliación de las futuras líneas del suburbano.
Camas acaparó ayer el malestar de la comarca por el anuncio. Su alcalde, Rafael Recio (PSOE), principal impulsor de la alianza de regidores para pedir la ampliación de la línea 2, no terminaba de encontrar razones para desestimar la propuesta, que comparó con la realizada –y aceptada– en su día por San Juan de Aznalfarache y Mairena del Aljarafe con el trazado de la primera. “Se ha demostrado que el principal usuario procede de la primera corona”, defendió este regidor, quien sostuvo su teoría con los datos de afluencia de viajeros en las estaciones de Ciudad Expo y Barrio Bajo de la línea 1.
Ni siquiera el argumento de la crisis sirvió de excusa para el mandatario, que señaló que el coste para ampliar la línea 2 hasta Camas sería reducido, ya que “son 3,5 kilómetros de distancia, se desarrollaría en terrenos públicos y hasta se podría utilizar la vía ya existente para evitar construir un nuevo puente sobre el río Guadalquivir”. Es más, recordó que esta actuación supondría “menos dinero que el que se invirtió en su día para unir la estación de Blas Infante con el Barrio Bajo”.
Igualmente, expuso las ventajas de la parada que habría en Camas, que estaría en el eje comercial del municipio y tendría “una gran bolsa de aparcamientos” para recibir a los vecinos de otros municipios del Aljarafe.
Camas fue el primero de un nutrido grupo de alcaldes que reclamaron la llegada de la línea 2 al Aljarafe. Valencina de la Concepción, Santiponce, Castilleja de Guzmán, Olivares y hasta la propia Mancomunidad del Aljarafe se unieron a este propósito. Castilleja de la Cuesta también, pero pensando en que llegara también a su término municipal. Por eso, su alcalde, Manuel Benítez (PSOE), tampoco se mostró satisfecho con la decisión. Igual que su homólogo en Camas, tampoco se resigna, aunque si hizo algunos matices. “Es un momento de dificultad presupuestaria, pero eso no resta para que sigamos peleando por un proyecto que es necesario y así será”.
El malestar se contagió a Tomares, que ya de por sí está peleado con la Junta de Andalucía por la negativa a su proyecto del teleférico. “Mientras que a Mairena del Aljarafe y San Juan de Aznalfarache se les concede lo que piden, se deja aislada a Tomares, sin Metro de Sevilla ni teleférico”, reivindicó ayer el concejal de Tomares, Eloy Carmona, que señaló que el anuncio “no es ninguna sorpresa, sino algo previsible” visto las gestiones emprendidas en los últimos meses. Recordó que su municipio no cuenta con medios alternativos de transporte más allá del vehículo privado, ya que la única salida, el tranvía del Aljarafe, “ni siquiera se puede ver un proyecto”.
Esa reacción en cadena se produce después de que la consejera de Obras Públicas, Josefina Cruz, apuntara que las alegaciones que piden extensiones a otros municipios se analizarán, aunque abogó “por construir las líneas ya planteadas y, después, abordar ampliaciones como se hace en otras ciudades como Madrid y Barcelona”, con cambios de trazado continuamente. Per hasta en eso encontró réplica. “Esa filosofía no se implantó cuando se debatió el recorrido de la línea 1”, rebatió el alcalde de Camas.
