Cultura

Los músicos airean su creatividad dando luz a conjuntos paralelos

Leiva, la mitad más gamberra de Pereza, es infiel a su pareja, Rubén; el "otro" es Quique González, su nuevo compañero en Autopista, un ejemplo más de cómo los músicos encauzan su creatividad a través de proyectos paralelos, algo que hacen otros como Búnbury, Damon Albarn -Blur- o Alex Turner -The arctic monkeys-. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 10:14 h.

Leiva, la mitad más gamberra de Pereza, es infiel a su pareja, Rubén; el "otro" es Quique González, su nuevo compañero en Autopista, un ejemplo más de cómo los músicos encauzan su creatividad a través de proyectos paralelos, algo que hacen otros como Búnbury, Damon Albarn -Blur- o Alex Turner -The arctic monkeys-.

Incluso Simon y Garfunkel, unidos eternamente por una mujer en forma de canción, Mrs. Robinson, dieron rienda suelta a su efervescencia musical fuera del "matrimonio", colaborando en otros grupos, algo que ahora repite Leiva tras cuatro discos de pop-rock provocador y canalla junto a Rubén en Pereza. El cantante madrileño ha hecho oficiales sus Aproximaciones -título de su último álbum con Pereza- a Quique González, cantautor con alma de rock que desde su discreto púlpito publicó el año pasado su séptimo trabajo, Avería y redención, elegido por la revista Rolling Stones como mejor disco nacional en 2007.

Por el momento, y según anuncia Leiva en su página web, la nueva banda ha grabado seis temas y tiene cómo única pretensión "hacer música para un EP y quién sabe si sacarlo en vinilo", sin que por el momento haya planes de gira. Pero Pereza y Autopista, ó lo que es lo mismo, la doble vida de Leiva, no es el único caso de proyecto paralelo entre músicos españoles, aunque las experiencias advierten sobre la efímera, y casi siempre, poco notable trayectoria de estos escarceos.

Jota, líder de los granadinos Los Planetas, se desdoblaba hace un par de años para "Grupo de expertos Solynieve", una apuesta por cantar folk americano con acento andaluz, que entusiasmó a unos y aburrió a otros, y que el pasado 14 de julio regresaba con el EP Antiguo y nuevo. Y mientras tanto, Banin Fraile y Florent Muñoz, socios de Jota en su viaje planetario, pulsan en sus ratos libres las cuerdas de sus guitarras para Los invisibles, agrupación que, por ahora, carga con el peso de su nombre.

Fugaces e intermitentes, esta vez por vocación, son los "affairs" de Búnbury, capaz de recitar versos de Leopoldo María Panero, compartir disco con el asturiano Nacho Vegas y dejar de ser el centro de atención de los focos en Los Chulis, un homenaje a artistas como Leonard Cohen o Bob Dylan junto a las voces de Pedro Andreu, Mercedes Ferrer o Nacho Mastreta.

El que fuera líder de Héroes del Silencio experimenta e incita a experimentar, algo que atestigua Bushido, banda creada en 2003 que se desintegró con la grabación de su primer y único disco y en el que, además del cantante zaragozano, participaban Morti, Carlos Ann y Shuarma, todavía al frente de los ya disueltos Elefantes.

Pero quizá haya que irse fuera para que los casos de infidelidad sean sinónimo de éxito, incluso si sustituyes a tus compañeros de carne y hueso de Blur por los virtuales Gorilaz, un auténtico acontecimiento musical que nacía en 2001 capitaneado por Damon Albarn. Más tradicionales son los proyectos paralelos The Postal Service, formado por el cantante Ben Gibbard -Death Cab for Cutie- que en 2003 situó su disco debut Give up en lo alto de las listas de ventas, o el emprendido por Jack White, quien no contento con que uno de sus discos con The White Stripes, Elephant, fuera seleccionado por la revista Rolling Stones como uno de los 500 mejores de la historia, fue nominado a dos Grammy.

The Last Shadows Puppets es, por ahora, una de las últimas bandas en unirse a la lista desde que el pasado mes de abril Álex Turner iniciara un camino distante al ya consolidado con The Arctic Monkeys pero igualmente elogiado por la crítica.

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