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Los 'niños de Marín' pelean en el juzgado por su herencia

Los hermanos Rosario, Toñi, Marina, Pastora y Antonio Marín Gómez acudirán mañana a juicio para reclamar el reparto de la herencia de su padre biológico, Antonio Marín. Los cinco son fruto de la relación extramatrimonial entre este rico propietario de la ciudad, fallecido en 1966, y Pastora Gómez, una mujer que trabajaba en su casa como empleada del hogar.

el 16 sep 2009 / 01:39 h.

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Los hermanos Rosario, Toñi, Marina, Pastora y Antonio Marín Gómez acudirán mañana a juicio para reclamar el reparto de la herencia de su padre biológico, Antonio Marín. Los cinco son fruto de la relación extramatrimonial entre este rico propietario de la ciudad, fallecido en 1966, y Pastora Gómez, una mujer que trabajaba en su casa como empleada del hogar.

La vista se celebrará a las 11.30 horas en el Juzgado de Instrucción y Primera Instancia de Écija. El abogado Fernando Osuna, que representa a los cinco hermanos, destaca que el juicio ha tardado más de tres años en celebrarse "por la mala fe de la parte contraria", y explica que el juzgado "acordó en enero de 2006 dar traslado de la demanda a la parte contraria, sin que ésta contestara".

El juez invita a las partes a ponerse de acuerdo, según Osuna, que anticipa que no habrá acuerdo "porque pretendemos que se reparta la herencia a partes iguales entre hijos matrimoniales y extramatrimoniales".

La única hija matrimonial de Antonio Marín falleció en 2005, por lo que son sus nietos los que responderán a la reclamación de los clientes de Osuna que, finalmente, pidieron que se notificara la demanda mediante edictos.

Precisamente fue en 2005 cuando los niños de Marín, como son conocidos en Écija los vástagos ilegítimos del potentado, ganaron en los juzgados el derecho a usar los apellidos de su padre, "el cual no estaba casado con su madre pero hacía una vida como si fuera matrimonial", según el abogado Osuna.

Si un juez ha reconocido el derecho de los cinco hermanos a llevar el apellido Marín, un juez puede decidir que también tienen derecho a la herencia del fallecido. "Ese es uno de nuestros argumentos", reconoce el letrado, que añade que su tesis se basa en "la voluntad de Antonio Marín de dejar un patrimonio considerable a estos hijos".

Según Osuna, el rico propietario "no testó a favor de sus hijos extramatrimoniales por impedimentos, pero su deseo era dejar económicamente muy bien a estas personas". Como prueba de este deseo, frustrado porque "en aquella época había un marco social y normativo en que podría ser peligroso porque se consideraba el supuesto como delito de adulterio", Osuna señala que "en vida" les entregó una casa "que aún tienen en la calle Santa Cruz, los mantuvo y les pagó el colegio y todos sus gastos". "Si cuando vivía el padre manifestaba día a día su voluntad de mantenerlos, a su muerte, en una lógica sana, cabe pensar que quería dejar bienes", defiende Osuna.

Además, el letrado añade que Marín "murió de forma repentina y no le dio tiempo a reflexionar sobre lo que iba a hacer".

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