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Los niños robados de Haití

Un kit de ADN de la Universidad de Granada identifica a 22 niños desaparecidos tras el terremoto de hace un año.

el 13 ene 2011 / 21:22 h.

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Tras un año, la situación del país aún es muy trágica.
En el siglo XXI el tráfico de menores sigue siendo una triste realidad que condena cada año a miles de niños a ser maltratados y explotados laboral y sexualmente. Existen cientos de historias con un desenlace trágico, otras con un final agridulce. Este último es el caso de tres hermanos que fueron secuestrados muriendo uno de ellos atropellado al intentar huir de sus raptores. No obstante, gracias a un dispositivo de identificación genética diseñado por la Universidad de Granada, los otros dos hermanos fueron identificados y devueltos a su familias.

 

En 2004, el Laboratorio de Identificación Genética de la universidad granadina desarrolló un sistema de identificación genética basado en la recogida de muestras de saliva o de sangre que luego son cotejadas con una base de datos de personas desaparecidas. En este momento nació el proyecto DNA-Prokids destinado a luchar contra el comercio internacional de seres humanos.

Cuando hace poco más de un año un fuerte terremoto sacudió Haití poniendo en situación de riesgo a miles de niños, el equipo de DNA-Prokids ofreció rápidamente su ayuda al país caribeño. A través de la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo (AECID) fueron enviados al país unos 5.000 kits para la recogida de muestras de ADN. Más de una veintena de menores haitianos han logrado ser identificados y devueltos a sus familias.

Al igual que la historia de estos tres hermanos, llama también la atención el caso de 12 de los 22 niños identificados. Los menores fueron interceptados en Bolivia cuando una red de tráfico de personas intentaba introducirlos en el país para después trasladarlos a Brasil. Después de descubrir que los menores habían sido secuestrados, las autoridades bolivianas se pusieron en contacto con DNA-Prokids para llevar a cabo la identificación de estos niños y comprobar si alguien había denunciado su desaparición en Haití mediante el cotejo de una base de datos. Desde entonces, y en colaboración con la Fiscalía General boliviana, se puso en marcha el programa DNA-Prokids Bolivia.

Aunque esta iniciativa de la Universidad de Granada ha reunido a 22 menores haitianos con sus seres queridos, uno de los directores del proyecto, José Antonio Lorente, denuncia que, de las 5.000 pruebas de ADN que estaba previsto realizar, finalmente sólo se han realizado "muy pocas, unas 25 ó 30". El director del Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada condena que "ni las autoridades haitianas ni los organismos internacionales" hayan dado preferencia a la infancia "al andar más centrados en temas logísticos básicos como la alimentación, la sanidad o las infraestructuras".

Cuando se le pregunta por la actual situación de Haití, este experto en medicina legal acusa a la diplomacia de mirar hacia otro lado y afirma que esta "puede y debe hacer muchísimo más de lo que hace".

Aunque Lorente sólo ha tenido la oportunidad de visitar la vecina República Dominicana, señala que personas cercanas a él han utilizado términos como "desolación", "desamparo", "impunidad", "frustración" o "injusticia" para referirse al panorama actual del país que hace poco más de un año fue asolado por un terremoto y que todavía no ha logrado resurgir de sus cenizas.

La experiencia haitiana ha demostrado a DNA-Prokids que existen muchas trabas para que la lucha contra el comercio internacional de seres humanos sea efectiva pero no pierden la esperanza. Hasta el momento este proyecto ha permitido la identificación de más de 250 niños en países como México, Guatemala, Filipinas o Tailandia. De acuerdo al doctor Lorente, los países con mayores problemas de tráfico de personas en la actualidad son "Brasil , México, Filipinas, Guatemala y Nepal".

Este profesor de medicina legal insiste en que el tráfico de personas "es un problema grave y complejo" y apunta que "si alguien trafica es porque alguien compra". Sin embargo cree que DNA-Prokids está yendo por el buen camino y opina que el sistema de identificación de ADN "es un sistema disuasorio muy efectivo". Ya han evitado que alrededor de 300 niños sean víctimas de explotación laboral o sexual en Asia y Latinoamérica y pretenden extenderse pronto al continente africano.

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