Cultura

Los niños se acercan a la música clásica

Los más pequeños han podido disfrutar en la Escuela de Ingenieros de la obra clásica "Pelléas y Mélisande", dentro del ciclo programado por la Orquesta Sinfónica de Sevilla.

el 16 feb 2010 / 16:53 h.

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La Escuela de Ingenieros contó ayer con unos invitados menudos. Un grupo de niños de Primaria pudo presenciar la representación de un musical clásico. La obra escogida ha sido Pelléas y Mélisande, dirigida por Santiago Serrate. La pieza se enmarca dentro del ciclo que cada temporada dedica la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla a acercarse a los más jóvenes: “Siempre hemos apostado por los más pequeños, ellos son el futuro”, explica María Jesús Ruiz, responsable de prensa de la orquesta.


La pieza versa sobre una historia de amor entre el príncipe heredero Golaud y una joven muchacha llamada Mélisande. Sin embargo, ésta se acaba enamorando del hermano del heredero, Pelléas. Al principio, la coautora y narradora de este cuento musical, Belén Otxotorena, tuvo dudas acerca de si modificar o no algunas partes del musical, teniendo en cuenta que iba dirigida a un público infantil: “La obra tiene momentos trágicos y es una historia bastante desgarrada y pasional”. Finalmente, decidió respetar la idea principal del autor “aunque aligerando los espacios y el lenguaje”.


Los profesores han vivido sorprendidos la atención de los niños a la pieza clásica: “A veces es difícil enganchar a los niños a este tipo de música teniendo en cuenta la fuerza que la publicidad ejerce en los pequeños”, señala Javier Nicolás, profesor del Colegio Juan Carlos I. Los alumnos han estado atentos en todo momento, aunque a veces “cuesta mantenerlos quietos”, apunta Carmen Moreno, docente de las Esclavas. Sin embargo, el resultado ha sido positivo: “He observado la cara de los niños y les he visto felices, impresionados”, resalta Moreno.


La narradora piensa que esta iniciativa es “bastante productiva para los niños” y que para ella es “un honor” acercar la música clásica a los pequeños, “aunque nunca se consiga el silencio que se debería para este tipo de piezas”. Lo que más le sorprende es la reacción de los niños en la historia “especialmente en los momentos más humorísticos, como el canto de las tres brujas”.

La duración de la historia no llega a la hora y esto ayuda a no cansar a los chavales. “Me ha gustado mucho”, era el comentario generalizado de los niños. Otxotorena cree que “algunos tienen una edad que roza la adolescencia, por lo que la historia les atrae bastante y se quedan embelesados”, resalta. “Creo que he entendido todo, pero no me ha gustado el final”, indicaba otro de los pequeños tras la función.

Los niños que se hayan quedado sin ver la obra aún tienen varias oportunidades de vivir la música clásica de una forma más amena y adaptada a su edad. La cita es en la Escuela de Ingenieros hoy, el viernes y la semana próxima, los días 23, 24 y 26.

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