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Los nostálgicos de las motos antiguas

La céntrica plaza de Andalucía se convirtió ayer en un mercadillo de recambios moteros que atrajo a aficionados de toda Andalucía. Entre las joyas que se vendían había bultacos, ducatis y montesas, piezas de colección que han multiplicado su valor con la pátina del tiempo.

el 15 sep 2009 / 16:16 h.

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La céntrica plaza de Andalucía se convirtió ayer en un mercadillo de recambios moteros que atrajo a aficionados de toda Andalucía. Entre las joyas que se vendían había bultacos, ducatis y montesas, piezas de colección que han multiplicado su valor con la pátina del tiempo.

El bloqueo frente al comercio internacional que sufrió España durante su larga posguerra provocó el envés creativo de que surgieran en el mercado nacional más de un centenar de casas moteras. Algunas de estas empresas de motocicletas aguantaron un suspiro: meses o un par de años, tal vez una década.

Otras acabaron convirtiéndose en clásicos que han multiplicado su valor. Entre estas últimas sobreviven nombres como Bultaco, creada en Barcelona en 1958, Ossa o Derbi, invenciones de los años 40 del pasado siglo que han adquirido el aura del prestigio coleccionable.

regateo. Muchas de las motos cuyas series quebraron en las sucesivas crisis del siglo XX y otras cuyos modelos se quedaron en un recoveco de la historia se exponían ayer en el mercadillo organizado por la asociación palaciega Frente Los Rayaos. También se vendían, a precios que admitían cierto regateo.

Por una DKW de 500 centímetros cúbicos y motor de dos tiempos, restaurada, aunque de 1940, pedía su dueño, Evaristo Román, 9.000 euros. Había otras marcas y otros precios; en torno a 40 ejemplares.

No es el primer mercadillo que organizan Los Rayaos palaciegos, sino el sexto, pero sí la primera vez que el Ayuntamiento lo permitía en su misma puerta, en la céntrica plaza de Andalucía. Otros años había tenido lugar en las afueras y en el polígono Santa Lucía. Pero ayer se notó la buena ubicación porque el gentío era constante entre los puestos de neumáticos, carburadores, motores, piezas, anagramas, pegatinas y complementos.

El espíritu nostálgico de estas motos del ayer atrae a otras nostalgias motorizadas, de modo que también podían verse por allí coches Seiscientos y hasta metalurgias extrañas que nada tenían que ver con las ruedas.

Entre quienes vendían en el mercado había aficionados y comerciantes de todos los rincones de Andalucía e incluso de Extremadura, Castilla-La Mancha y Valencia. Según Evaristo Román, presidente de Los Rayaos, el mercadillo, que es "el único de este tipo, de aficionados y gratuito", podría organizarse mejor "si contara con un expreso apoyo del Ayuntamiento" de Los Palacios.

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