Mientras que los partidos políticos están aún en precampaña electoral, los obispos pasan directamente a la campaña y se lanzan a pedir el voto. La Conferencia Episcopal emitió ayer una nota para orientar a los católicos, a los que llama implícitamente a votar al partido que impida la negociación con ETA o los matrimonios gay.
Con respecto al terrorismo, el escrito de la comisión permanente de la Conferencia Episcopal recuerda que es una "práctica intrínsecamente perversa" y que "no se puede reconocer explícita ni implícitamente a una organización terrorista como representante político de ningún sector de la población, ni se la puede tener como interlocutor político".
En rueda de prensa, el obispo auxiliar de Madrid y portavoz de los prelados, Juan Antonio Martínez Camino, insistió en que, si bien los obispos respetan "el poder legítimamente constituido", tienen "derecho" a decir que "en España hay leyes gravemente injustas y que deben ser cambiadas" y que eso "no supone" que la Iglesia "ponga en cuestión el respeto al poder legítimamente constituido". "No conozco a nadie que diga que lo legal es justo", aseveró Martínez Camino, quien añadió que la Iglesia "no pretende hacer leyes ni imponer sus criterios" pero "seguirá defendiendo los derechos fundamentales de las personas" y "expresará su opinión". Asimismo, afirmó que esta nota es "parecida" a las emitidas en las elecciones generales de 2000 y 2004, ya que los "criterios son los mismos".
Matrimonios. Más explícita se muestra la Conferencia Episcopal en lo referente al matrimonio gay y orienta el voto hacia quien esté en contra. Citando al Papa Benedicto XVI, defiende " una familia fundada en el matrimonio" a la vez que critica " otras formas de unión que contribuirían a desestabilizarla, oscureciendo su carácter peculiar y su insustituible función social". Por otro lado, entre "sus consideraciones" para "el ejercicio responsable del voto" los prelados destacan la "defensa de la vida humana en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural", en clara alusión al aborto y la eutanasia.
Los consejos de los obispos, destinados a quienes "deseen" escucharles, salpican también a la asignatura de Educación para la Ciudadanía. La nota critica "las dificultades para incorporar el estudio libre de la religión católica en los currículos de la escuela pública" y a la nueva materia que "lesiona el derecho de los padres a formar a sus hijos de acuerdo a sus convicciones religiosas".
