Las cuatro fosas delimitadas en Alfacar, bajo la carpa que las protege.
El Comisariado para la Memoria Histórica está estudiando "varios" expedientes de familias que se han acercado estos días a la fosa de Alfacar (Granada) -donde se cree que está enterrado Federico García Lorca- asegurando que su padre, su abuelo o su tío también yacen en el parque que ahora lleva el nombre del poeta. Según informó ayer a Europa Press Maribel Brenes, miembro del equipo que exhuma los restos y presidenta de la Asociación granadina de Memoria Histórica, estas personas se han acercado al enterramiento al conocer por los medios que comenzaba la exhumación, el pasado 28 de octubre, llevando documentos que acreditan que su familiar fue pasado por las armas en este mismo punto -donde pudieron ser asesinadas unas 1.500 personas en un radio de un kilómetro- y en una fecha cercana al 19 de agosto de 1936, que es cuando asesinaron al autor de Yerma y, como mínimo, a cinco hombres más: Dióscoro Galindo, Francisco Galadí, Joaquín Arcollas, Miguel Cobo y Fermín Roldán; las familias de estos cuatro últimos han sido las que se han movilizado para que la tierra se abra en Alfacar, con el fin de recuperar los restos de sus allegados. Brenes explicó que se analizarán los datos aportados por las familias, se valorará si se atienden sus peticiones y si los casos están bien documentados. Sólo ha trascendido un nombre, el de Manuel Jiménez, hijo de un kiosquero fusilado el 16 de agosto. La previsión de la Consejería de Justicia es la de tener acabado el estudio antropológico de los cuerpos como máximo en dos meses.
