La demolición de 725 pisos de Los Pajaritos y Regiones Devastadas (Cerro-Amate) posibilitará la construcción de bloques más altos (se pasará de 3 y 4 plantas a 5 o 6), pisos más grandes (serán de entre 70 y 120 metros cuadrados, frente a los 40 y 50 metros actuales) y un 20% más de viviendas (900).
Todas las familias que ahora viven en las 725 infraviviendas que configuran ambos barrios tendrán un piso nuevo, incluso las que ahora comparten techo porque corresponden a diferentes generaciones de un mismo apellido y no tienen recursos para emanciparse. Ésa es la idea del Ayuntamiento, que anunció ayer que en septiembre presentará a la Junta y al Estado un informe técnico sobre sendas barriadas para comenzar, en 2009, este proyecto de eliminación de infravivienda sin precedentes en Andalucía.
De hecho, nunca se había llevado a cabo la demolición de tantas viviendas para reconstruirlas después.
Eso sí, la reconstrucción se aprovechará para transformar las calles, ganar zonas verdes y espacios públicos. Para ello se diseñarán edificios más altos, de entre 5 y 6 plantas más el bajo. Además, los pisos serán, como mínimo, de 70 metros cuadrados y, como máximo, de 120 -éstos para las familias numerosas-.
En Los Pajaritos se derribará un total de 510 viviendas, y en Regiones Devastadas, 215. De sus escombros nacerán, sin embargo, 900 pisos. La razón: se levantará un 20% más de viviendas para paliar las carencias de las familias que ahora viven allí, puesto que en más de un núcleo familiar viven varias generaciones por falta de ingresos.
Emilio Carrillo explicó ayer tras la reunión del consejo de gobierno de la Gerencia de Urbanismo que la intención municipal es que el proyecto se autofinancie. Esto es, que las obras se puedan sufragar con la construcción de VPO, algo que es posible en el solar municipal de los antiguos talleres de Vallehermoso, en Los Pajaritos, o bien con la liberación de parcelas para usos terciarios, sobre todo de locales comerciales. En el caso de Regiones Devastadas, se estudia todavía la fórmula de financiación, según admitió el propio Emilio Carrillo.
Otra incógnita es el calendario de obras. Según el concejal de Urbanismo, el proyecto será largo porque se acometerá por fases (primero se desalojará un edificio, se reconstruirá y volverán sus inquilinos, y así con todos los bloques). De este modo, hasta que la Gerencia no tenga en su mano el informe técnico o anteproyecto, no se establecerán los plazos estimados.
