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Los pájaros, la plaga que amenaza a las grandes ciudades

Las palomas, las gaviotas y los estorninos son tres de las aves-plaga más importantes que a menudo se instalan en las ciudades, donde causan cuantiosos daños y desperfectos en los monumentos más emblemáticos del patrimonio nacional, pero, además, son importantes transmisoras de graves enfermedades.

el 16 sep 2009 / 07:14 h.

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Las palomas, las gaviotas y los estorninos son tres de las aves-plaga más importantes que a menudo se instalan en las ciudades, donde causan cuantiosos daños y desperfectos en los monumentos más emblemáticos del patrimonio nacional, pero, además, son importantes transmisoras de graves enfermedades.

La cotorra argentina, originaria de Sudamérica, mide cerca de 30 centímetros, pesa unos 130 gramos y el ruido y la suciedad que producen obliga a los ayuntamientos a contratar los servicios de empresas de control de plagas. Madrid, Barcelona, Valencia y las Islas Canarias son los lugares que más sufren la acción de estos pájaros que, además de ser molestos para los ciudadanos, son especies invasoras que desplazan a otras aves autóctonas de sus hábitats.

suciedad. Las palomas, tradicionalmente consideradas como símbolo de paz, libertad y armonía, son llamadas por los expertos las "ratas del aire", ya que son las que más ensucian las ciudades, a pesar de lo cual miles de personas siguen alimentándolas. Madrid, Barcelona, Bilbao, Zaragoza, Valencia, Sevilla y Murcia son las provincias más afectadas por plagas de palomas domésticas, aunque desde hace tiempo ya se están extendiendo hacia el resto del país.

Su proliferación provoca importantes daños en el patrimonio urbano: Ensucian los balcones, anidan en los tejados, obstruyen los canalones de los edificios y erosionan la piedra de las construcciones con sus defecaciones. El Ayuntamiento de Barcelona acaba de poner en marcha una campaña de control de palomas para evitar que defequen en la catedral. Un sistema de descargas eléctricas que no hacen daño a las palomas, sino que las asusta.

Además de ensuciar las calles y deteriorar los monumentos, las aves-plaga también son una amenaza para algunas infraestructuras, como los aeropuertos, que se ven obligados a activar iniciativas para desviar estos pájaros mediante la utilización de halcones que vuelan sobre las pistas.

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