Un año más, Los Palacios y Villafranca convoca su Concurso de Jóvenes Emprendedores -va por la cuarta edición- con el objetivo de impulsar el autoempleo y ampliar el entramado de empresas del municipio. El certamen repartirá 8.700 euros entre todos los finalistas.
Uno de los requisitos para participar en el concurso es tener menos de 35 años. El plazo de entrega de los proyectos empresariales concluye en octubre y pueden ser individuales o en grupos. Los que ya estén funcionando como empresa deben tener la fecha de alta en el Censo de Obligados Tributarios posterior al 21 de octubre de 2007.
Los tres primeros clasificados recibirán 3.000, 1.500 y 1.200 euros, respectivamente, como ayuda para la puesta en marcha del proyecto empresarial o para reforzarlo si ya está en marcha. También se mantienen los dos premios especiales para las dos mejores propuestas relacionadas con la industria de agrotransformados, dotados con 2.000 y 1.000 euros, respectivamente. Los premios se entregarán a finales de noviembre.
Para elegir a los finalistas, la comisión de valoración tendrá en cuenta la viabilidad técnica, económica y financiera del proyecto empresarial, su carácter innovador y original, la vinculación con las necesidades y retos del municipio, entre otros puntos.
La concejal de Juventud, Formación y Empleo, Encarnación Durán, expuso que el objetivo de este concurso es "promover el autoempleo entre la juventud, facilitando la creación de nuevas empresas y puestos de trabajo en el municipio".
El certamen cuenta también con el apoyo de la Unidad Territorial de Empleo, Desarrollo Local y Tecnológico (Utedlt) y de la empresa municipal Idelpa, junto a la Mancomunidad del Bajo Guadalquivir, la asociación de comerciantes Alacipa y el grupo Juvasa. En la edición del año pasado participaron 23 proyectos empresariales, de los que 14 ya estaban en funcionamiento. De los 32 emprendedores que concursaron, la mitad fueron mujeres. El primer premio fue para un taller de mecanizado y calderería, el segundo para otro de reciclaje de materiales informáticos y de oficina, y el tercero para el que se denominó Palacio del Paintball.
