Cofradías

Los Panaderos elabora un plan de emergencias para situaciones similares a la del Miércoles Santo

La hermandad reconoce en un informe problemas de comunicación interna y admite que la imagen ofrecida “debió ser diferente”.

el 21 sep 2013 / 09:00 h.

PanaderosLa hermandad de Los Panaderos pasa página definitiva del incidente ocurrido el pasado Miércoles Santo entonando abiertamente el mea culpa, admitiendo que “la imagen ofrecida (en la calle) debió ser diferente”  y anunciando la avanzada gestación de un Plan de Emergencia y Evacuación para situaciones similares o iguales a la ocurrida  con el fin de que  hechos como éste no vuelvan a repetirse. La corporación de la calle Orfila ha publicado en su boletín un pormenorizado informe de su última estación de penitencia, firmado por su diputado mayor de gobierno, José Miguel Cristóbal Oliveras, en el que este oficial reconoce que “las decisiones tomadas no dieron los resultados apetecidos” y alude a una “falta de comunicación interna” como la causante principal de la “espera totalmente indeseada” que padeció la hermandad de la Sagrada Lanzada en la esquina de la calle Cuna con Martín Villa cuando vio taponado el retorno a su templo por el discurrir de la cofradía panadera. Según la versión del diputado mayor de gobierno, la película de los hechos arranca a las 22.27 horas de esa noche, cuando solicitando la venia en el palquillo de la Campana apreció que comenzaba a llover con más intensidad, “lo que me hace tomar la decisión de volver a la capilla”, explica, trasladando su determinación a su hermano mayor y al Consejo de Cofradías. En ese momento, el delegado de día se puso a disposición de la hermandad para despejarle el paso de Martín Villa hacia Orfila trasladándole a continuación que la hermandad de La Lanzada se encontraba entrando en ese momento en la plaza del Salvador y que la retendría “todo lo que pueda” para que al cortejo panadero le diera tiempo a regresar a su capilla. “Una vez abierto dicho paso, la Cruz de Guía se encamina de Martín Villa hacia Orfila acompañando a la misma dos miembros del Consejo. El hecho de volver a la capilla hace que una gran cantidad de público se vaya acercando hacia Orfila lo que dificulta en gran manera el transitar de la Cruz de Guía hasta que los efectivos de seguridad consiguen abrir paso a la misma. Resulta tremendamente difícil poder meter la cofradía con toda la celeridad que se quisiera, toda vez que no existe un plan preparado para esta circunstancia tan especial, y más aún con las dimensiones que nos ofrece nuestra capilla para albergar a tantos hermanos y ni que decir tiene a los dos pasos”, relata en su informe. El diputado mayor de gobierno reconoce que el transitar del paso de Cristo “no se hace con la celeridad que la situación requiere y por falta de comunicación interna por mi parte con otros miembros del cortejo se producen una serie de casuísticas que conllevan a las circunstancias que posteriormente suceden”. La Cruz de Guía de la Lanzada alcanzó la esquina de Cuna con Martín Villa cuando estaba acabando de pasar el quinto tramo del primero de los pasos de Los Panaderos, momento en que dos hermanos de la corporación de San Martín, “sin malos modos ni nada parecido”, se acercaron a la presidencia del misterio panadero  para advertir de su presencia allí y a la vez exponer su deseo de regresar por Martín Villa tan pronto tuvieran expedito el camino. La Cruz de Guía de los Panaderos ingresó en su capilla a las 22.55 horas, el palio de Regla dejó  expedita la calle Martín Villa a las 23.10, entrando en su templo a las 23.24 horas. Entre sus “conclusiones finales”, el autor del informe niega que en ningún momento existiera “dejadez” ni por su parte ni por la del personal nombrado por él para velar por el correcto discurrir de la cofradía. Asegura que, si bien no dieron los resultados apetecidos, las decisiones tomadas “se hicieron siempre buscando la más rápida resolución de la situación” y mantiene que la hermandad difícilmente podría haber aligerado algún minuto más su vuelta, “aunque no es menos cierto que la imagen ofrecida debió ser diferente”. Cristóbal Oliveras admite que “la comunicación entre los puntos de la cofradía en la calle no fue todo lo fluida que hubiésemos deseado”. Señala que la junta de gobierno de Los  Panaderos se ha disculpado ante la hermandad de La Lanzada “ya que en ningún momento existió intención de que la espera se alargara”. Por último, subraya: “Tanto mis compañeros de junta como yo vamos a poner un empeño especial y los medios necesarios para que no vuelva a producirse un hecho semejante”, y adelanta en su escrito que la hermandad ya tiene muy avanzada la elaboración de un Plan de Emergencias y Evacuación para situaciones similares.

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