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Los 'pañales' de la discordia

Los cocheros de caballos están siendo multados "arbitrariamente" por dejar los excrementos de los animales en la vía pública. Mientras que el Ayuntamiento afirma haber ofrecido medidas para solucionarlo, la asociación de cocheros de Sevilla no está dispuesta a poner pañales a los animales.

el 16 sep 2009 / 07:22 h.

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Los cocheros de caballos están siendo multados "arbitrariamente" por dejar los excrementos de los animales en la vía pública. Mientras que el Ayuntamiento afirma haber ofrecido medidas para solucionarlo, la asociación de cocheros de Sevilla no está dispuesta a poner pañales a los animales.

"¡No pretenderán que vayamos con una escoba y un recogedor en el coche de caballos! Es algo prácticamente imposible y además pondría en peligro la circulación, ya que podríamos provocar múltiples accidentes de tráfico". Con esta contundencia, Jesús Sánchez Acosta, miembro de la asociación de cocheros de Sevilla asegura que después de más de dos años de conversaciones y disputas con el Consistorio no se ha llegado a un posible acuerdo.

Desde que los vecinos y comerciantes del Casco Histórico se quejaran por los excrementos que dejaban en la calle los caballos, la guerra está servida entre el Ayuntamiento, que decidió crear una normativa para regularlo, y el gremio de cocheros. Disputa que se acentuó hace un año, cuando comenzaron a llegar las multas por la suciedad que dejaban las heces de los animales. Sanciones que se estipularon entre los 150 y los 900 euros.

La asociación de cocheros de caballos de Sevilla se enteró de que la Policía Local comenzó a multar "cuando acudieron a las ordenanzas municipales", no porque el Ayuntamiento se hubiera puesto en contacto con ellos, afirmó el cochero José Vázquez.

Desde que se implantó la normativa, la Delegación de Movilidad avisó a los cocheros para que adoptasen el modelo que mejor se ajustara a sus necesidades pero "ante la pasividad de los mismos" tomaron la iniciativa, y con la ayuda de la empresa municipal Lipasam, les ofrecieron la posibilidad de colocarle al animal unas bolsas desechables a modo de pañal para que no ensuciaran el pavimento. Una medida que se ha instalado en otras ciudades como Valencia o Málaga con bastante éxito.

En un primer momento, la propuesta no fue mal vista por los cocheros de caballos siempre y cuando la Administración local sufragara los gastos de los pañales. Finalmente, como el Ayuntamiento no ayudó económicamente, el gremio no aceptó la propuesta porque no "resultaba estética".

Desde Movilidad quieren que los carruajes cumplan con las ordenanzas, pero los cocheros no están dispuestos a hacerlo a cualquier precio. Por su parte, proponen pagar una cuota a Lipasam, todavía no estipulada, y con periodicidad a convenir, para que los operarios de la empresa municipal de limpieza hagan un recorrido y eliminen los excrementos.

El Ayuntamiento por su parte niega haber recibido tal proposición. "No hay un punto limpio o un contenedor en toda Sevilla en el que nos dejen tirar el estiércol, porque huele muy mal", expuso el cochero Sánchez Acosta que, además, afirma que el gremio no está dispuesto a financiar, en su totalidad o parcialmente, la habilitación de los pañales, "porque si no los queremos de por sí por las molestias que nos dan encima no vamos a pagarlos".

"Las paradas sí están muy limpias porque nos hemos responsabilizado de recoger los excrementos que dejan los caballos", concluyó. Las tensiones entre ambos sectores son tan profundas que dificultan un posible entendimiento en un futuro próximo.

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