Los presidentes de las siete urbanizaciones afectadas por los derribos de viviendas construidas en terreno rústico han solicitado una reunión con el alcalde alcalareño para conocer su intención con las parcelaciones. Para tratar la situación, el pasado sábado un buen número de propietarios y los presidentes de las siete áreas con parcelas afectadas mantuvieron una reunión en la Venta Manolín de Dos Hermanas. Una de las primeras decisiones que tomaron los propietarios fue la de unirse en una plataforma cuya intención es mantener reuniones semanales para poder hacer un seguimiento de los avances alcanzados.
Los asistentes, representantes de todas las zonas parcelarias afectadas por esta medida, mostraron su incertidumbre ante cuáles son las intenciones que el Consistorio alcalareño tiene con estas urbanizaciones, habitadas en su mayoría por vecinos de Dos Hermanas debido a la mayor cercanía a la ciudad nazarena.
Durante el encuentro, los parcelistas reconocieron que su situación es "irregular", por lo que insisten en conocer de primera mano las intenciones del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra respecto a las 200 viviendas afectadas por esta situación -unos 400 vecinos-. Es decir, que han sido construidas en suelo rústico, por lo que carecen de licencia urbana.
En este sentido, otra de las decisiones adoptadas en el encuentro ha sido solicitar una reunión con el alcalde de Alcalá de Guadaíra, Antonio Gutiérrez Limones (PSOE), para conocer de primera mano sus intenciones antes de iniciar cualquier tipo de movilización.
Mañana viernes, día 1 de mayo, hay prevista una nueva reunión de propietarios afectados también en la Venta Manolín a las 19.00 horas, para coordinar distintas acciones.
A la primera cita acudieron los representantes de las zonas parcelarias afectadas: Ruana Alta y Ruana Baja, Siete Revueltas, La Escalerilla, Santa Emilia, La Portuguesa y La Acequia.
