Después de un debate de casi cuatro años, en poco más de un mes las cámaras del Centro se activarán y circular por el casco histórico más de 45 minutos será sancionable. Pese a las largas colas que se han detectado durante las últimas semanas en el distrito, el número de residentes con vehículos censados en el casco histórico sólo se ha incrementado en un 15% en el último año, y apenas ha ascendido en este verano, según los datos difundidos por el distrito Centro.
Hay 22.000 personas con permisos, frente a los 18.623 que constaban en septiembre de 2009. Todos ellos tienen sus autorizaciones al haber acreditado que residen en el casco histórico y que abonan en Sevilla el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica. Al margen quedan los titulares de otro tipo de autorizaciones especiales. Es el caso de los hoteles –en septiembre de 2009 había 167 registrados– y los garajes –hace un año había 4.278–, un apartado este último que puede sufrir modificaciones tras el debate de los últimos meses sobre el número de permisos que se pueden conceder por cada plaza de garaje.
Según los datos difundidos por el propio Ayuntamiento el pasado mes de julio, hay 42.000 hogares en el casco histórico que podrían tener acceso a los permisos de circulación por el casco histórico. Sin embargo, para ello se requiere que sus ocupantes estén empadronados en el Centro de la ciudad, que tengan vehículo y que estén domiciliados en Sevilla de forma que abonen al Ayuntamiento el impuesto de tracción mecánica. Quedan exentos además los discapacitados y las motos. De hecho, durante los últimos años el propio distrito ha remitido de oficio los permisos de circulación, a cambio de una tasa de alrededor de un euro –las tarjetas han caducado sin que diera ni siquiera tiempo a utilizarlas– a todos las personas empadronadas en el Centro con un vehículo domiciliado en Sevilla. En 2009 se remitieron unas 18.000 autorizaciones por esta vía, según los datos del propio distrito.
Si se cumplen las previsiones del delegado de Movilidad, Francisco Fernández, las restricciones empezarán a aplicarse a partir del mes de septiembre una vez que en el verano se han llevado a cabo las pruebas necesarias para implantar el nuevo sistema. A partir de su entrada en vigor, sólo los vehículos con tarjetas de residentes tendrán completa libertad de circulación por las vías del casco histórico. El resto será controlado por unas cámaras en las vías de acceso y de salida, de forma que no podrá permanecer más de 45 minutos en el perímetro del casco histórico salvo que estacione en alguno de los aparcamientos rotatorios.
