Las contrataciones, la creación de empresas, el empleo, el turismo... la economía hispalense, en general, registra datos a la baja, pero en el marco de la crisis aún hay porcentajes que resisten. Los pisos de segunda mano siguieron subiendo, un 1,6% interanual en el primer trimestre del año, mientras que las viviendas nuevas bajaron un 3,4%.
Estos son los datos del Barómetro de Economía Urbana que presentó ayer el delegado de Economía y Empleo, Jon Ander Sánchez (IU), quien explicó que el precio de la vivienda libre en Sevilla se situó en el primer trimestre del año en 2.369,8 euros el metro cuadrado, un 3,4% menos en relación con el año anterior. Los pisos nuevos se abarataron un 13,2% (2.619,7 euros) y la vivienda usada subió un 1,6% hasta llegar a los 2.321,8 euros el metro cuadrado.
Según el delegado, pese a la tendencia en otras ciudades, el precio de la vivienda nueva en Sevilla se ha resistido a bajar hasta ahora, mientras que los pisos de segunda mano aún aguantan. Muchos propietarios aún no tienen prisa por vender, si bien los expertos también señalan que las rebajas aplicadas hasta ahora no se reflejan a la hora de escriturar, de ahí que los datos oficiales no casen en muchas ocasiones con la realidad.
Lo que sí está claro es que la menor debilidad del sector residencial en la ciudad de Sevilla, respecto al área metropolitana y la provincia (con muchos menos pisos visados) se justifica por la notable aportación de la VPO, el 60% de las viviendas visadas que, aún así, descendieron un 22%.
Las hipotecas bajaron un 32,7%; la contratación, un 27%, y el saldo neto de creación de empresas (la diferencia entre las nuevas y las disueltas), un 40,15%. La tasa de paro, además, alcanzó un 17,5%, casi cuatro puntos porcentuales más que hace un año. Ante este panorama, Jon Ander Sánchez fue tajante: "Aparecen nubarrones grises. Ante los mensajes positivos, los brotes verdes, yo no me fiaría porque la realidad es tozuda y muestra lo contrario". El delegado de Economía incluso vaticinó que los datos "podrían ir a peor", en contra de las declaraciones del alcalde, el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, quien en el informe de gestión de Sevilla Global indica que se empiezan a ver "signos esperanzadores, especialmente en Sevilla". Incluso el pasado día 29, en una jornada del plan estratégico 2020, aseguró que se empezaba a atisbar "la salida de la crisis" y que ya había "síntomas buenos".
"Compartimos el pacto de gobierno, pero las valoraciones sobre la realidad tienen que ser distintas porque somos formaciones distintas", alegó Jon Ander Sánchez.
Entre los pocos datos positivos del barómetro se halla la reducción en un 32% de los accidentes de trabajo (se registraron tres mortales, frente a 12 del pasado año) y el mantenimiento de la actividad del Puerto, con un crecimiento del 0,2%. Aeropuerto y AVE empeoraron sus balances.
La población inmigrante sube, pero sólo al 4,3%
La población extranjera de Sevilla se multiplicó por seis desde 1998 a 2008, pero el porcentaje aún es muy bajo en comparación con el resto de capitales españolas. Esto es lo que señala la monografía sobre la población del Barómetro de Economía Urbana. Las personas de otros países pasaron de suponer el 0,59% del total de la población en 1998 al 4,28% en 2008.
Madrid (16,8%), Barcelona (17%), Valencia (14,2%), Zaragoza (12%), Málaga (7,15%)y Murcia (13%) superan a Sevilla en el porcentaje de extranjeros.
Por distritos, Macarena, Casco Antiguo y Cerro-Amate registran un mayor número de vecinos de otros países, mientras que el distrito Norte y el Este son los menos copados por foráneos, según el barómetro.
