Después de más de 37 años de provisionalidad, los 39 titulares de los puestos del mercado de la Encarnación inician hoy su traslado a las nuevas dependencias ya en el proyecto Metropol-Parasol. El alcalde les entregará hoy las llaves que ponen fin a un largo proceso y con las que se inicia oficialmente la mudanza. A la espera del tiempo que requieran los ajustes que hay que realizar en algunos de los puestos, la previsión del Ayuntamiento es que antes de diciembre el nuevo mercado pueda abrir sus puertas. Será el primer paso para la culminación de la obra de Jürgen Mayer, una vez superados sus sobrecostes y el retraso respecto a los plazos previstos.
Aunque las obras finalizaron el pasado verano, las negociaciones entre el Ayuntamiento y la empresa adjudicataria de la obra, Sacyr, han retrasado hasta hoy la entrega de llaves, a la espera de un acuerdo sobre sus costes que ha tardado más de un mes en llegar. Finalmente, los placeros sólo pagarán 350 euros, la mitad del dinero que les reclamó Sacyr como cuota mensual por todos los servicios de vigilancia, conservación y mantenimiento de las instalaciones, de forma que su situación económica sea similar a la de cualquier otra plaza de abastos. Para que esto sea posible, el Ayuntamiento deberá abonar una parte del dinero requerido por la empresa. Para eso se usarán en principio los 62.000 euros que anualmente se pagaban en concepto de alquiler por las instalaciones provisionales del mercado de abastos. Aunque el Consistorio resuelva la situación de provisionalidad deberá mantener su respaldo a los placeros como si siguieran en unas instalaciones provisionales y deterioradas.
Pese a esto, en el plan financiero pactado con Sacyr para cubrir los sobrecostes de las obras ya se planteó que el Ayuntamiento podría llegar a abonar 200.000 euros al año para suplir los gastos extra. A esta cifra hay que añadir los 178.000 euros que se han pagado a los titulares de licencias de puestos que no tenían cabida en las nuevas instalaciones y cuyas plazas fueron rescatadas por el Consistorio.
Con este acuerdo ya cerrado, el Consistorio pone fin hoy a la situación de los 39 placeros después de años de retraso y numerosas fechas incumplidas, las últimas las de diciembre de 2009 y la del primer semestre de 2010. Ahora, el traslado se materializará, aunque los empresarios tendrán que convivir aún unas semanas con las obras. Si Urbanismo logra cumplir los últimos plazos que puso encima de la mesa: la obra debe culminarse antes del 31 de diciembre, según anunció el propio alcalde de la capital hispalense.
