Por segundo año consecutivo, el precio de la tierra en Sevilla bajó en 2010, eliminando parte de su valor refugio frente al continuo vaivén de las bolsas y como alternativa a la inversión en el ladrillo (vivienda).
La estadística realizada por la Consejería de Agricultura habla de un abaratamiento para la provincia del 4,70%, hasta los 17.243 euros por hectárea (18.084 euros en 2009). En el caso de la media regional, la cotización se redujo un 5,20%, y la hectárea se quedó en los 19.965 euros. Por tanto, Sevilla bajó de la barrera de 18.000 euros, y del nivel de 21.000 euros en el caso de la comunidad.
Al analizar los distintos aprovechamientos agroganaderos en la provincia, la caída de precios más severa afloró en el pastizal, con el 15,7%, hasta los 6.281 euros por hectárea (se trata de la cotización más reducida para el mercado de las tierras), y le siguió el viñedo de secano, que se compró a 24.202 euros por hectárea, tras registrar un descenso del 13,50% sobre el año anterior. Pero sobre todo sorprende el abaratamiento del naranjo.
En efecto, éste, sobre terrenos de regadío, se depreció un 12,1%, hasta 36.606 euros por hectárea, en gran medida por la inestabilidad de los precios de la naranja, sometida a severas oscilaciones campaña tras campaña. Tras semejante abaratamiento, ya no es la tierra agrícola más cara de Sevilla, sino que cede tal posición al frutal de hueso en regadío (melocotón, nectarina), donde la hectárea cotizó a 39.588 euros, siendo un 3,3% inferior respecto al valor marcado en 2009.
También se descalabraron los arrozales, pues contabilizaron un recorte de precios del 7,9%, para quedar su hectárea en los 27.178 euros. Y también hubo rebaja en el olivar en secano destinado a la producción de aceite (del 1,5%, a 19.811 euros) y en el viñedo de regadío (del 1,7%, con 29.051 euros por hectárea).
Mientras, en el lado de las subidas, resaltó la revalorización del 5,70% en el olivar de mesa en tierras de secano, con 21.264 euros, y para el mismo cultivo pero en terrenos de regadío, el 4,1%, hasta 29.641 euros, así como el olivar en regadío para aceite, que escaló a 31.273 euros, un 1,6% más. Sorprenden tales aumentos, habida cuenta de la crisis de precios que soporta el oro verde y el exceso de cosecha existente en la aceituna de mesa.
Huelva fue la única provincia andaluza donde el precio medio de la tierra aumentó en 2009. Lo hizo en un 14,80%, hasta un promedio de 15.608 euros por hectárea, e influyó especialmente la revalorización del olivar tanto en secano (15%) como en las fincas de regadío (32,5%).
Las tierras más caras en la comunidad andaluza corresponden a los frutales carnosos (por ejemplo, las chirimoyas y los aguacates), pues la hectárea cotizó el pasado año a 148.200 euros. Y tras ellas, los invernaderos de Almería, con un promedio de 140.393 euros.
Para determinar si la tierra es o no un valor refugio, sus precios se suelen comparar con los de la vivienda y la bolsa española. Así, invertir en el campo sevillano fue el año pasado menos rentable que hacerlo en pisos, dado que la cotización de éstos se redujo el 2,2% -dato oficial del Ministerio de Fomento- frente al recorte del 4,7% de los suelos agrarios.
En cambio, el rendimiento fue mucho mayor que el arrojado por el parqué bursátil, pues el selectivo Íbex 35 se dejó en el conjunto del ejercicio de 2010 un 17,42%.