Cultura

Los Premios Max se servirán hoy en formato íntimo

Carlos Álvarez y María Galiana serán los actores encargados de conducir la ceremonia de entrega de los Premios Max, que tendrá lugar hoy en el Teatro Lope de Vega de Sevilla. A media tarde del sábado, ambos actores repasaban el guión y limaban algunas frases. Foto: Javier Cuesta.

el 14 sep 2009 / 23:37 h.

Unos grandes camiones de TVE apostados en los laterales del Teatro Lope de Vega y la concurrencia en su interior de decenas de técnicos era la imagen que este fin de semana ha ofrecido el espacio escénico. A media tarde del sábado, Carlos Álvarez y María Galiana, los actores que hoy conducirán la ceremonia de entrega de los Premios Max repasaban el guión, limaban algunas frases y ponían en pie una gala que hoy servirá para reconocer a los mejores profesionales del teatro.

Entre el patio de butacas, las primeras personalidades artísticas. El coreógrafo Ramón Oller preparaba a dos de sus bailarines antes de ejecutar un ensayo de la obra Carmen, un montaje que entronca con el cante de Carmen Linares y que cubre la cuota de flamenco de unos Max que guiñarán el ojo a la sede de este año, Sevilla, en más de una ocasión durante la ceremonia, empezando por los propios galardones, ataviados con antifaz y peineta.

Mientras que José María Roca intentaba poner orden en escena, el coordinador y responsable artístico de la gala, Pere Pinyol, escrutaba la situación desde su asiento. Curtido en todo tipo de ceremonias, su cuarta vez al frente de los Max tendrá como leitmotiv "el viaje de los teatreros por toda España", de ahí que en el escenario tres grandes trailers sean el atrezzo de una gala que se anuncia "íntima y muy cercana".

Dispuesto a no doblegarse al dictado televisivo, Pinyol hará transcurrir los Premios Max a lo largo de una función, sin descanso, y que no superará las dos horas. "También he rehusado poner a dos guapos de pie delante de un atril, ésta es una fiesta del teatro, y no hay nadie mejor que Álvarez y Galiana para hilar los premios", comenta. De alguna forma, estos inusuales Max pretenden ser en sí mismos "una obra de teatro, los presentadores representan unos papeles, dan vida a unos personajes, espero que sorprenda y que guste", concluye Pinyol.

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