El primer gran apagón analógico comenzó ayer en la provincia de Cantabria, principalmente en las poblaciones de Castro-Urdiales, Laredo y Santoña, aunque la mayor parte de la Fase I del Plan Nacional de Transición a la TDT se producirá los próximos 30 de junio y 22 de julio, y afectará a 4,3 millones de usuarios.
Así, según los datos presentados este mes por el secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Francisco Ros, esta primera fase ha afectado a 550 municipios de 14 comunidades autónomas y a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Concretamente, se han producido apagones analógicos en zonas de Aragón, Canarias, Castilla La Mancha, Cataluña, Extremadura, Islas Baleares, La Rioja, Madrid, Murcia, Navarra, Comunidad Valenciana, Asturias, Andalucía y Cantabria.
El 84,2% de los hogares de esas zonas ya accedían a la televisión digital terrestre antes del apagón, y el porcentaje de casas que han adaptado su antena supera el 85%, según los datos del Ministerio de Industria. Respecto al grado de conocimiento, el 98,6% de los 4,3 millones de personas afectadas por este primer apagón analógico ya conoce la nueva televisión digital.
Los más madrugadores han sido los cántabros, donde cerca de 80.000 vecinos de catorce municipios de esta comunidad autónoma han sido los primeros en decir adiós a la televisión tradicional y en dar la bienvenida definitiva a la digital, adelantándose más de nueve meses a la fecha prevista para la culminación del apagón analógico en los hogares españoles.
Este traspaso se ha hecho efectivo en la localidad de Seña en un acto público en el que, de manera simbólica, se ha apagado una televisión analógica y se ha encendido una digital.