Los cinco sindicatos mayoritarios de la enseñanza lograron ayer templar los ánimos y, antes de movilizar al profesorado contra el adelanto del inicio de curso, aceptaron la fecha propuesta por Educación (7 de septiembre) a cambio de que apruebe "medidas paralelas" que sirvan para desburocratizar el trabajo de los colegios en el arranque escolar. Los sindicatos CCOO, UGT, ANPE, CSI-CSIF y SADI pidieron ayer a la consejería que modifique algunas normas y que diseñe otras "medidas paralelas" con idea de hacer posible el adelanto del curso. Para lograr la conciliación de la vida familiar y laboral, como prevé el decreto del nuevo calendario escolar, los sindicatos piden que se reforme el Plan de Apertura -que regula las actividades extraescolares- definiendo cómo, quién y con qué dinero podrán los colegios abrir durante todo el mes de julio y desde el 1 de septiembre.
El hueso duro de roer en el inicio del curso es el problema de las bajas y las sustituciones, tan abundantes y repentinas en los primeros días de clase que "pueden colapsar el sistema escolar" y "bloquear un colegio". El mensaje final es que, si Educación no reabre el diálogo sobre estos puntos en los próximos 12 días, se convocará a los profesores a un paro de una hora el 24 de febrero, organizarán una concentración en todas las capitales de provincia andaluzas el 3 de marzo y, por último, empujarían al sector a la huelga.
