Después de quince días de encierro en un bloque de VPO de la calle Emilio Lemos, en el Polígono Aeropuerto, los proveedores han alcanzado un preacuerdo con la constructora Bruesa y con Emvisesa, promotora de la obra, que se rubricará entre hoy o mañana. Hasta entonces, la protesta continuará y no retomarán los trabajos ahora parados.
Según explicó ayer Manuel Paraíso, uno de los proveedores encerrados, las cuantías que Emvisesa tiene por liquidar con la constructora no son suficientes para abonar la deuda que Bruesa mantiene con las empresas. Por este motivo, en el acuerdo no todos van a poder cobrar el 100% de lo impagado, salvo los instaladores de gas, electricidad, etc.
De esta forma, el acuerdo contempla que Emvisesa abone a los proveedores el 50% de lo acordado a los dos o tres días de la firma del acuerdo y el otro 50% cuando se finalice el trabajo, pues ésta es una de las prioridades de la empresa municipal para evitar retrasos en la entrega de las viviendas a los adjudicatarios. De hecho, los 288 pisos están prácticamente finalizados a falta de los últimos retoques.
Sin embargo, el acuerdo no se pudo cerrar ayer al existir diversos puntos en el mismo con el que los proveedores no están de acuerdo. "Han hecho un borrador igual para todos y eso no puede ser, pues cada uno tiene unas circunstancias diferentes", explicó Manuel, propietario de Pulimentos Macarena junto con dos socios más, al que le deben 37.000 euros. Tampoco aceptan tener que devolver los pagarés emitidos por Bruesa y que hasta ahora no han podido cobrar. "No puedo devolverlos, lo que les hemos sugerido es que firmemos por escrito que en cuanto cobremos de Emvisesa los devolvemos. No vamos a cobrar doble", señaló Manuel.
Con estas premisas y algunas más concretas, la constructora acordó con los proveedores limar estos puntos, de tal forma que el acuerdo se cierre entre hoy y mañana. "Nuestra intención es que firmemos antes del viernes porque no queremos pasar otro fin de semana más aquí, que encima le estamos ahorrando hasta la seguridad", dijo. Eso sí, mientras el acuerdo no esté firmado no van a abandonar el encierro y menos aún retomar las obras. "Seguiremos aquí hasta que no tengamos claro cuándo y cómo vamos a cobrar", afirmó Manuel.
En total, Bruesa debe dinero a unas 40 empresas, aunque en el encierro han participado unas 20. En estos 15 días, que justo se cumplen hoy, Manuel incluso ha radicalizado su protesta encadenándose en la sede de Bruesa desnudo. No era la primera vez que lo hacía, pues hace unos meses también tuvo que encerrarse y desnudarse para reclamar que le pagasen los trabajos que llevó a cabo en una promoción de pisos en la Macarena. "Si no cobramos, es nuestra muerte", explicó en su día Israel Gómez, uno de los socios de Manuel.
Como ellos, la mayoría de los subcontratados son pequeñas empresas que si no cobran esta deuda se ven destinados al cierre. Hay empresas, como la de Antonio Baraona, dedicada a la albañilería, a la que le adeudan unos 130.000 euros, o como la de Vladimir Baduni, que tiene una empresa de seguridad a la que no le pagan desde hace un año. "Entre esta y otra obra me deben más de 72.000 euros", señaló.
Ante esta situación, Emvisesa se reunió con Bruesa, que atraviesa una difícil situación económica por la crisis, y acordaron que los pagos que quedan pendientes a la constructora y la fianza que la empresa municipal le tiene retenida se destinen a los proveedores directamente.
