En la Sierra Norte y la Sierra Sur ayer las cosas se veían desde otro prisma. Tras haber pasado las horas de más tensión por el corte de carreteras y la incomunicación en la que se quedaron muchos pueblos por los cortes de electricidad, los paisajes idílicos que dejaba la nieve hicieron disfrutar a los lugareños y a numerosos curiosos que acudieron a ver el manto blanco. En cualquier caso, y aunque respiren aliviadas, estas localidades se enfrentan ahora a la preocupación por el futuro de sus campos, que han quedado devastados tras la histórica nevada del pasado jueves.
De hecho, el alcalde de Alanís, Cecilio Fuentes, aseguraba que previsiblemente la semana que viene solicitaría que su pueblo fuese declarado zona catastrófica por el fuerte impacto sobre la economía que podía tener el fenómeno meteorológico. "Hemos visitado la zona y nos hemos quedado sorprendidos por la cantidad de encinas, alcornoques y olivos destrozados", destacó el primer edil del municipio, quien apuntó que "esta es la gota que colma el vaso", para unos agricultores y ganaderos que "llevan ya mucho tiempo sufriendo la crisis". El alcalde se mostró "muy satisfecho" con el funcionamiento del plan de emergencia municipal que se puso en marcha en cuanto comenzó la nevada.
"El día es totalmente distinto al de ayer [por el jueves], se ve mucho más bonito", decía aliviado el alcalde de Guadalcanal, Jesús Manuel Martínez, que con las vías restablecidas aseguraba que ya la mayoría de problemas estaban solventados. En cualquier caso, coincidía con su homólogo en Alanís en la necesidad de hacer una evaluación de los daños sufridos por el campo a causa de la nevada. "El concejal de Agricultura me ha dicho que está todo fatal y nos preocupa mucho", aseguró, al tiempo que indicó que se pondrá en contacto con el resto de alcaldes de la zona y con las administraciones públicas competentes para ver qué medidas podrían tomarse para paliar los daños.
"Nuestra economía se basa en el olivar y, si eso se viene abajo, necesitamos obtener la declaración de zona catastrófica para obtener todas las ayudas posibles", señaló Martínez, quien recordó que la pasada campaña ya fue mala para el cultivo y se esperaba que esta fuese satisfactoria para los agricultores de la zona.
Además, advirtió de la mala situación en la que han debido quedar los caminos rurales de acceso a las fincas. "Supongo que estarán intransitables después de la nevada", destacó.
Carmelo Conde, alcalde de Cazalla de la Sierra, veía las cosas con más optimismo después de un jueves para olvidar, aunque reconocía su preocupación por cómo ha quedado el campo después de la fuerte nevada. "Hemos sacado un bando para que la gente pueda informar de la situación en la que han quedado sus terrenos y que después la Subdelegación del Gobierno y la Delegación de la Junta puedan tomar las medidas pertinentes". A pesar de esta situación, señaló el punto positivo que ha traído consigo la nevada. "El jueves hubo muchísima gente en la localidad y esta mañana [por ayer] también, lo que ha venido muy bien al sector turístico, especialmente al hostelero".
Además, subrayó que en esta ocasión la gente sí llamó a los servicios de información del municipio antes de desplazarse para contemplar la nieve, algo que no sucedió en 2010 y que provocó un auténtico caos. "Se nota que después de lo que pasó entonces la gente ha decidido ser más prudente y responsable", destacó.
La diputada de Cohesión Territorial de la Diputación, Trinidad Argota, se desplazó ayer a la zona más afectada. "Me han transmitido la enorme preocupación que han pasado los vecinos de estas localidades al quedarse incomunicados incluso a través del móvil", declaró. En este sentido, señaló el buen hacer de Endesa para recuperar el suministro eléctrico, además de la coordinación de las distintas administraciones, "que ha sido fundamental para llevar a buen puerto la nevada".
