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Los pueblos descuelgan el cartel del todo gratis

El cartel del todo gratis se cae por el peso de la crisis de todos los edificios municipales. El estado de bienestar se desmorona por falta de dinero y los consistorios se buscan todo tipo de argucias legales para mantener a sus haciendas lejos de la quiebra. Foto: El Correo.

el 15 sep 2009 / 11:09 h.

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El cartel del todo gratis se cae por el peso de la crisis de todos los edificios municipales. El estado de bienestar se desmorona por falta de dinero y los consistorios se buscan todo tipo de argucias legales para mantener a sus haciendas lejos de la quiebra. Una de ellas es limitar los servicios o bien elevar las tasas para poder rebajar los costes o incluso barajar la supresión de un servicio que en muchos casos no es de su competencia.

Espartinas y Villamanrique de la Condesa han sido los primeros en dar el paso en los recortes de servicios. El primero ya decidió suprimir el servicio de ayuda a domicilio, lo que llevó a la no renovación de 15 trabajadores. Pero lo peor llega ahora, cuando los espartineros vean que tienen que pagar una tasa para tareas que antes no costaban ni un euro como el transporte escolar, las actividades deportivas, la guardería o incluso la escuela municipal de danza y música.

La implantación de las tasas se aprobó en el pleno celebrado el 14 de agosto. Y de la aceptación por parte de los vecinos dependerá la renovacion o no de un centenar de trabajadores. "Se tendrá que ver la demanda de estos servicios para saber si siguen o no", puntualiza el primer teniente de alcalde del Espartinas, Javier Jiménez.

Este recorte es el primer síntoma de las haciendas locales que se dan cuenta de que hay que apretarse bien el cinturón. Y más aún si se sabe que el caso de Espartinas no es aislado. El Ayuntamiento de Villamanrique de la Condesa admite sin tapujos que mantiene a duras las cuentas municipales. "Estamos mal y por eso pedimos una ley de financiación local", explica el alcalde de la localidad, José Solís (PSOE).

subir precios. Mientras llega la llamada hora de los ayuntamientos, éstos deben buscar dinero hasta debajo de las piedras. Por eso, en Villamanrique se han empezado a aumentar las tasas municipales en servicios como el del cementerio o el de los veladores. Son las primeras medidas de la economía de guerra, que se pueden ampliar a otros como el de guardería. "No entra casi nada en las arcas municipales y habrá que buscar la fórma de llenarla para poder funcionar", concluye.

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