Cultura

Los pueblos y su constante apoyo al arte de las saetas

El pueblo sevillano de Arahal celebró el pasado sábado su XXI Exaltación de la Saeta con modestos intérpretes locales y algunos venidos del bello pueblo vecino de Morón de la Frontera.

el 16 sep 2009 / 01:09 h.

El pueblo sevillano de Arahal celebró el pasado sábado su XXI Exaltación de la Saeta con modestos intérpretes locales y algunos venidos del bello pueblo vecino de Morón de la Frontera.

No estamos en la época de oro de la saeta, aunque haya grandes saeteros y saeteras. Hubo una época en la que los aficionados se daban bofetadas por encontrar una silla en la Campana para poder escuchar a cantaores como Caracol o la Niña de los Peines. Otros se iban a la calle Cuna para emocionarse con Pepe Valencia, que tenía una saeta muy personal y cantaba con un pellizco estremecedor.

En los pueblos de Andalucía hay estupendos intérpretes de la saeta, que apenas son conocidos. En Mairena del Alcor los hay muy buenos, y la saeta mairenera es de las más flamencas. Lo mismo ocurre en localidades como Arcos, Puente Genil o Lucena. El nuevo Centro Cívico de la localidad sevillana de Arahal acogió la noche del pasado sábado la XXI Exaltación de la Saeta, con la participación de una quincena de saeteros y saeteras locales y del vecino pueblo de Morón.

La Peña Flamenca Pastora Pavón organiza cada año esta cita con la saeta para evitar que no se pierda tan enraizada tradición en el pueblo sevillano, que tiene saetas autóctonas y mucha afición a este palo del flamenco, aunque muchos no lo consideren un estilo del arte flamenco sino un género a parte del mundo de lo jondo.

Lo prueba el hecho de que entre los participantes hubiera dos cantaoras muy jóvenes, adolescentes, como Margarita Vera y Rosario Muñoz, con lo que está asegurado el relevo generacional porque ambas tienen calidad suficiente. No obstante, los más mayores del pueblo piensan que saeteros como Diego el de la Casta y El Ochavo, entre otros, lo dejaron bastante difícil en la que llaman la época de oro de la saeta arahalense.

La exaltación corrió a cargo del periodista local Miguel Jiménez Maldonado, quien contó sus vivencias con la saeta en Arahal y recordó a destacados saeteros locales como El Pelón y La Grilla. María de los Ángeles Ojeda, la presentadora del acto, destacó del conferenciante su apego a las hermandades del pueblo y el amor por la saeta tradicional. Éste citó a Manuel Centeno, Manuel Vallejo y la Niña de la Alfalfa como algunos de los saeteros más grandes de la historia del flamenco, aunque en ningún momento olvidó a los históricos locales.

Además de las saeteras ya citadas, ocuparon el escenario Conchi la Verita, Eduardo Amador, Rafael Brenes, Dolores Rodríguez, Dolores Melgar, Rafael Esquivel, Patro Rey, José Antonio Lobato, Francisco Ramos, Josefa Nieto, Manuel Egea, María José García y José Manuel Bermúdez. Nervios a parte, la verdad es que todos dieron el corazón y el público salió del Centro Cívico convencido de que la saeta tiene hondas raíces en Arahal y que no hay que temer por su futuro. Y los protagonistas de la exaltación, con una placa de la Peña Flamenca Niña de los Peines, en agradecimiento por la desinteresada participación de todos en un acto sencillo pero sincero y hermoso en honor a un palo del cante que goza de muy buena salud en los pueblos de Andalucía, aunque no haya las figuras de antaño.

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