A pocas horas de su puesta de largo, los profesionales del volante enjuician la medida municipal de implantar el sentido único en la Ronda. 1.583 metros, desde la Barqueta a la Carretera de Carmona, sometidos al ojo clínico de taxistas y conductores de Tussam. Ellos cantan los puntos negros del recorrido.
Carretera de carmona. El tráfico privado procedente de María Auxiliadora debe desviarse a la derecha por la Carretera de Carmona, donde se mantienen dos carriles por cada sentido. Al continuar inutilizado el carril de la derecha por la labores de descarga de los camiones de una obra, la Polícía se vio obligada ayer a habilitar mediante conos un tercer carril para aliviar colapsos. Es en este punto donde se produce el mayor embudo de circulación al confluir los coches que vienen de María Auxiliadora y que obligatoriamente deben desviarse a la derecha con los procedentes de la Ronda que quieren girar a la izquierda, maniobra para la que los conductores disponen de un único carril en el que se forman largas colas. Además, los cuatro carriles de la Ronda de Capuchinos se convierten repentinamente en dos para los que continúen hacia María Auxiliadora.
Bus zigzagueante. Los buses y taxis provenientes de María Auxiliadora disponen, a la altura de la iglesia de la Trinidad, de un tercer carril reservado para el servicio público desde el que deben enlazar con el contracarril en sentido a Torneo. Numerosos vehículos privados invaden, por desconocimiento, este carril de corta distancia, ya que sólo una señalización en el suelo advierte de que está reservado para bus y taxis, obligando a la Policía a emplearse a fondo con los más despistados. Para conectar con el contracarril del servicio público, que comienza a la altura de la manzana del antiguo Bazar España, taxis y autobuses -éstos últimos con más peligro- deben trazar una peligrosa y zigzagueante maniobra que les lleva a invadir durante unos metros uno de los carriles del sentido contrario a la marcha. Peor lo tienen los autobuses-oruga.
Quejas de taxistas. El gremio de taxistas agradece que el contracarril de servicio público esté vedado a las motos, que antes provocaban "más de un frenazo". Critican, sin embargo, que los turismos particulares utilizan este contracarril cuando no hay agentes de la Policía Local controlando el tráfico, especialmente en el tramo comprendido entre Feria y Torneo, y a pesar de que cuatro cámaras vigilan las posibles infracciones.
Escasas isletas de bus. Algunos taxistas también se quejaban ayer del escaso número de isletas para los autobuses en el recorrido del contracarril, lo que obliga a los taxis a ir obligatoriamente detrás de los autobuses durante buena parte del trazado. Los clientes del taxi se quejan por ello.
Isleta de barqueta. Los conductores de autobuses oruga critican que para salir de la isleta de Barqueta e incorporarse al contracarril deben invadir un carril en sentido contrario.
