Los recibos del IBI de buena parte de los 310.000 hogares de Sevilla volverán a sufrir una subida del 10% durante 2012. El plan de recortes anunciado el pasado viernes por el Gobierno central obligará al Ayuntamiento a retirar la que fue su principal bandera en la presentación del primer proyecto de tasas e impuestos de Juan Ignacio Zoido: el Impuesto sobre Bienes Inmuebles no se mantendrá congelado durante cuatro años, sino que volverá a incrementarse en este caso para todas viviendas que superen el valor catastral medio. Éste oscila entre 26.000 y 56.000 euros, según el distrito, aunque le corresponderá al Ayuntamiento determinar dónde se fija el límite de la ciudad, un baremo que, según indicaron ayer fuentes de la Delegación de Hacienda, no está aún definido.
La revisión del IBI aprobada por el Gobierno central para aportar una nueva vía de financiación a los municipios tendrá especial incidencia en Sevilla. El Ejecutivo estableció una tabla con subidas en los recibos del IBI de entre un 4% y un 10%, según el municipio. La diferencia dependía de la fecha en la que se hubiese realizado la última revisión catastral. En el caso de Sevilla, ésta data de 2001 aunque se aplicó de forma progresiva hasta el pasado año de 2011. El resultado es que en la capital se debe aplicar el porcentaje máximo de subida, según confirmaron fuentes de la Delegación municipal de Hacienda.
El Gobierno deja fuera de esta medida a todas las viviendas que tengan un valor catastral por debajo de la media de la ciudad. En el caso de Sevilla, según los datos que constan en la Dirección General del Catastro, el valor medio ronda los 40.000 euros aunque con diferencias sustanciales según los distritos. Pese a esto, el Ayuntamiento aún no ha tomado una decisión sobre cuál será el valor medio que se establecerá a partir del cual las viviendas sufrirán una recarga del 10%.
Esta subida vuelve a plantear el mismo escenario para los hogares sevillanos que se viene produciendo desde 2001. El recibo del IBI consta de dos partes. Por un lado, el coeficiente, que determina el Ayuntamiento y que lleva una década congelado en 0,847. Por otro, el valor catastral de los inmuebles que viene determinado desde el Gobierno central y que durante la última década se ha actualizado con subidas de un 10% al año.
Esta tendencia se detuvo en 2011. Y el gobierno local de Juan Ignacio Zoido ofreció como su gran baza para reducir la presión fiscal en Sevilla que no actualizaría los valores catastrales ni revisaría el coeficiente. Es decir, congelación real de los recibos hasta 2015. No será así. Al menos para todos los inmuebles con valores altos.
En cualquier caso, la congelación partía ya con un matiz. El Consistorio aseguraba que no subiría los recibos y sin embargo se han presupuestado 183.182.950 euros por el IBI, 4,9, un 2,75% más que el año anterior. Este aumento procede de una revisión puntual de algunos valores catastrales pendiente desde el anterior mandato que se iba aplicar ahora. Y este aumento es aún mayor si se compara con los datos que recoge el avance de liquidación del ejercicio 2011, según el cual aunque se presupuestaran 178 millones los derechos netos -la cantidad que realmente se puede recaudar- fueron de 175.296.423. Es decir, que en 2012, antes de la subida del 10%, se preveían obtener un 4,5% más, 8 millones, que ahora se pueden incrementar.
El pasado lunes, el grupo municipal socialista, a raíz de la reforma aprobada por el Gobierno central, aludió a un "catastrazo" que convierte en "falsa" la congelación. El alcalde, como presidente de la FEMP, defendió la medida aunque admitió que será "un sacrificio para las familias".