Lejos de amilanarse con las amenazas veladas del ministro José Ignacio Wert de recortarles hasta la autonomía universitaria, todos los rectores de las universidades españolas han decidido no callarse ante los recortes impuestos por el Gobierno. Por primera vez, los rectores ofrecerán el próximo 10 de diciembre una rueda de prensa simultánea en la que leerán un manifiesto contra el tijeterazo de la Administración central.
En Sevilla, en la sala de reuniones del Rectorado de la Hispalense, están citados el próximo lunes los rectores de la Universidad de Sevilla, Pablo de Olavide y la Internacional (UNIA). Antonio Ramírez de Arellano, Vicente Guzmán y Juan Manuel Suárez Japón leerán un manifiesto en el que se oponen a la austeridad que asfixia a los campus y que lastra el futuro no ya de la institución sino de la sociedad española, al parar en seco los programas de I+D+I. La crisis ha logrado enterrar rencillas y viejas peleas entre las universidades sevillanas.
Los recortes afectan a todas las universidades y la situación de intervención de facto que sufren los campus (ahí está la prohibición no ya de convocar nuevas plazas sino incluso de promocionar al personal docente que ha superado con éxito la evaluación externa de la ANECA) han hecho que todas las instituciones académicas se hayan subido al mismo barco y a remar en la misma dirección (contra los planes del Gobierno).
El acto que se producirá el próximo lunes no es casual ni probablemente aislado. Desde que las universidades plantaron al ministro Wert por negarse a dialogar la política de tasas y la reforma de la enseñanza superior, es un secreto a voces que ambas partes no mantienen abiertos cauces de comunicación fluidos. El ministerio ha anunciado su intención de reformar el sistema universitario, para lo que se ha puesto en manos de una comisión de expertos, ajenos a la Universidad.
Los rectores, y su organismo (CRUE), han sido completamente ninguneados. Los rectores temen, y no lo ocultan, que entre las intenciones del Gobierno esté eliminar cualquier tipo de sistema de elección del rector por parte de la comunidad estrictamente universitaria para sustituirlo por una elección a través de un patronato formado por políticos, empresarios o personalidades no vinculadas a la Universidad. La batalla entre Universidades y Gobierno escribirá el próximo lunes un nuevo capítulo. No será el último.
