M.R.R.
Los regantes alertaron del riesgo de que, con los futuros cambios normativos que se avecinan en materia hidráulica, la gestión del agua y de las cuencas "pase a ser casi puramente política", según señaló Andrés del Campo, presidente de la Federación Nacional de Regantes (Regantes) y de la Comunidad de Regantes del Pantano del Guadalmellato, en Córdoba.
Del Campo lanzó esta advertencia durante la I Jornada sobre El papel de las confederaciones hidrográficas en la futura gestión del agua, un acto celebrado en Madrid y en el que participaron, entre otros, el presidente de la Agencia Andaluza del Agua, Juan Corominas; Juan Manuel Aragonés Beltrán, ex director general de Obras Hidráulicas y Calidad del Agua del Ministerio de Medio Ambiente; y el periodista Francisco Giménez-Alemán. Estas jornadas estuvieron organizadas por la Fundación Ingeniería y Sostenibilidad y la Sociedad Española de Presas y Embalses (Sepres).
Del Campo se refirió a la futura Ley de Aguas, cuyo borrador ya fue presentado por Medio Ambiente el año pasado, y a la reforma de los Estatutos en varias comunidades autónomas, como Andalucía, y confió en que esto haga "más efectiva la participación de las Comunidades Autónomas en las Confederaciones Hidrográficas". Además, llamó a que ejerzan "sus competencias sobre las demandas de los regantes modernizando las redes de abastecimiento y rehabilitando regadíos", según dijo Del Campo.
El presidente de los regantes españoles coincidió con Juan Corominas en que hay que cambiar la gestión del agua, de acuerdo con la normativa de la UE sobre la materia, de manera que se prime la calidad y conservación del recurso y pase a un segundo plano la construcción de infraestructuras hidráulicas.
Del Campo incidió también en que "es lógico que aumente la representación de las autonomías, pero no a consecuencia de disminuir la representación de los usuarios verdaderos del agua, que son los que disponen de concesión administrativa".
