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Los retales de la comarca

Tomares acogió el I Encuentro Comarcal de patchwork, una técnica artesanal que consiste en unir trozos de tela para formar bolsos, cojines o mantas. Más de 70 aprendices de este arte, muy popular de América, mostraron su maestría en la Hacienda de Santa Ana.

el 15 sep 2009 / 05:44 h.

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El Aljarafe cose los retales de la convivencia entre sus municipios. Tomares acogió el I Encuentro Comarcal de patchwork, una técnica artesanal que consiste en unir trozos de tela para formar bolsos, cojines o mantas. Más de 70 aprendices de este arte, muy popular de América, mostraron su maestría en la Hacienda de Santa Ana.

Esta cita pionera, a la que estaban llamados los alumnos de los talleres de esta disciplina en la comarca, tenía un único objetivo: fomentar el patchwork como alternativa a otros talleres culturales más tradicionales.

Y es que también es tradición. El patchwork desembarca a España de la cultura americana y empezó cuando los colonos que llegaban de Europa se toparon con una industria textil emergente, y cada retal de tela era un pequeño tesoro.

Los pedazos de tela eran reciclados para un nuevo uso. Ahora, esta disciplina cruza de nuevo el charco hasta adentrarse, hace pocos años, en el Aljarafe, donde está ganando cada vez más adeptos.

Las participantes, que disfrutaron de una comida de convivencia y el obsequio de una merienda por parte del consistorio tomareño, realizaron como obsequio para la localidad anfitriona un trabajo de patchwork con la imagen del escudo municipal de Tomares.

Por su parte, el delegado de Cultura, Alberto Mercado (PA), visitó a las alumnas provenientes de todo el Aljarafe y agradeció la elaboración del escudo tomareño. Mercado destacó la originalidad de los trabajos realizados por las alumnas e hizo una mención especial a las tomareñas del taller en la localidad, a las que adelantó su continuidad dentro de las actividades para el próximo curso, debido en gran parte al éxito que ha obtenido durante sus dos años de vida.

Más demanda. El taller de patchwork de Tomares cuenta este curso con casi 15 alumnas y una amplia demanda que no puede cubrirse debido a la falta de espacio. La práctica de esta modalidad de costura ha adquirido relevancia y muchos de los trabajos realizados por las alumnas de estos talleres poseen ya bastante calidad, algo que se pudo ver en el encuentro comarcal.

Como representante de la localidad, Alberto Mercado obsequió a las participantes con un pequeño detalle, en nombre de la Tenencia de Alcaldía de Cultura, como recuerdo de este día de diversión y convivencia.

El arte de los pobres. El patchwork se utilizó muchas veces a lo largo de la historia, aunque no llevara ese nombre. Los primeros trabajos consistían en auténticos remiendos. Fue en la época medieval cuando las mujeres abrigaban el cuerpo del hombre con trozos de tela.

Al principio las piezas de patchwork eran confeccionadas por la gente pobre, pero poco a poco comenzó a formar parte de los pasatiempos de las damas de la Corte que utilizaban nuevos tejidos de mayor calidad.

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