"¿Es tarde para entregarle la carta?". Con una mezcla de miedo e ilusión en la cara se dirigía así una niña de Triana ayer al Heraldo del barrio sevillano que minutos después saldría de Santa Ana para recoger cientos de misivas con las peticiones de los más pequeños a sus Majestades de Oriente. La catedral del arrabal se llenó de niños y mayores para presenciar la coronación de los Reyes Magos de la cabalgata del barrio, que este año presenta una novedad reseñable -el rey Gaspar ha sido elegido por sorteo-, aunque no deja atrás las tradiciones más sevillanas.
Así, durante el acto, no faltó el incienso ni la música, que llegó de la mano del coro de la Hermandad del Rocío de Triana -que cumple 200 años- y de la banda de cornetas y tambores del Santísimo Cristo de las Tres Caídas. Antes de que comenzara la coronación, una multitud se agolpaba en la puerta para presenciar el acto y, de hecho, la iglesia se llenó a reventar de niños, padres y abuelos que no querían perderse la oportunidad de ver a los Reyes de Oriente en primera persona días antes de que se celebre la cabalgata.
El primero en aparecer fue el Rey Melchor, que este año se encarga de representar el hermano mayor de la Hermandad de San Gonzalo, Juan Hernández, quien recordó a los niños que la noche del día 5 al 6 "deben dejar las luces apagadas para que no nos veáis".
Pero sin duda, las miradas se centraron en el Rey Gaspar, que este 2013 recae sobre los hombros de María Ángeles Piña, una joven del barrio del Tardón que sustituye al popular actor Alberto López, más conocido como El Culebra por su papel en la película El Mundo es nuestro. Y es que su designación se produjo por sorteo el pasado lunes, en un acontecimiento que levantó gran expectación hasta el punto de que unos 200 vecinos de Triana optaron al puesto. Esta joven dependienta de 26 años está en paro y colabora en el comedor del colegio de los Salesianos. Ayer se mostraba algo tímida ante las cámaras y los periodista aunque ya hizo pública su alegría el día de la designación. "Estoy muy contenta, nerviosa, feliz e ilusionada. Me presenté porque es un oportunidad única en la vida el hacer feliz a tantos niños ese día", explicaba entonces.
Al que se le veía desenvuelto y con una sonrisa que enmarcaban sus labios rojos era a Baltasar. A Enrique Filella -comerciante trianero y gerente de la Confitería Filella- le gritaban "¡guapo, guapo" las vecinas, conocidas de toda la vida que acuden a su establecimiento, fundado en 1935 y por el que ya han pasado tres generaciones de su familia.
"Es un momento muy emocionante. Estar en Santa Ana y ver a tantos niños con esa cara que irradia ilusión es una cosa muy bonita y digna de vivir. Se te llena el corazón", aseguraba Baltasar sin perder la sonrisa.
Especialmente orgulloso miraba desde segunda fila el diseñador Marcos Zapata sus creaciones. Y es que ciertamente fueron muy aplaudidas las indumentarias de los Reyes Magos de Triana. "Es la primera vez que hago algo así y para llevar este proyecto a cabo me he inspirado en los Reyes Magos más clásicos, en el barroquismo de la época. Estoy orgulloso de todo esto porque se nota que los diseños han tenido bastante aceptación", reconocía orgulloso.
El alcalde de la capital hispalense, Juan Ignacio Zoido, felicitó a los niños de Triana por ser de donde son. "En la vida se puede tener suerte o mucha suerte y los niños de este barrio tienen mucha por ser de Triana, que es realmente especial, y vivir en Sevilla". Zoido fue el encargado de entregar las llaves de la ciudad a los Reyes, que esta semana tendrán una apretada agenda de visita a los más desfavorecidos.
