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Los Reyes echan el resto en su adiós por los barrios

Durante la mañana y la tarde, los Magos se desplegaron por los distintos distritos antes de dejar la ciudad.

el 06 ene 2015 / 21:37 h.

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La Cabalgata de Sevilla Este. / J.M. Paisano La Cabalgata de Sevilla Este. / J.M. Paisano Vestidas con las mejores galas de princesa de la película Frozen, con el bolso de Violetta o la mochila de Bob Esponja para guardar más caramelos o empujando un carrito de gemelos o el patinete. Así acudieron ayer los niños a despedir a los Reyes Magos en sus barrios. Mientras que en las cabalgatas de la mañana las energías estaban intactas para seguir recolectando golosinas, los deseados balones y todo tipo de juguetitos, en las de la tarde, los estragos de una noche de poco dormir y los madrugones de ayer para descubrir lo que Sus Majestades habían dejado en cada casa se dejaron notar en los más pequeños y algunos no lograban mantener los ojos abiertos en brazos de sus padres. Ni los sones de la banda entonando el Ya vienen los Reyes Magos ni los disparos de los cañones de confeti que anunciaban el inicio ni los balanceos de su madre para tratar de despertarla lograron que Triana disfrutara de la salida de la cabalgata del barrio con el que comparte nombre. Sí se desperezó a mitad de la misma Beatriz, aunque cuando su madre la sacó del carrito calentita y la pertrechó con gorro y abrigo su cara no era precisamente de ilusión. La Cabalgata de Sevilla Este. / J.M. Paisano La Cabalgata de Sevilla Este. / J.M. Paisano Mientras, los más mayores peleaban como gladiadores por regalos que se salieran de lo habitual como los silbatos –gran disputa la de dos hermanos por ver quién se quedaba con uno, si el sufridor al que le había dado en la cabeza o el que se había agachado y metido debajo de un carrito para cogerlo– o los balones béticos del Duende de Triana –muy aplaudido– y de los Magos –especialmente generoso fue Baltasar aunque no pasó desapercibido el toque futbolero de Gaspar con las bufandas del Sevilla ondeando en su carroza–. Algunos estrenaron allí mismo los esféricos capturados al vuelo marcándose un mini partido en plena Avenida de Coria al paso del cortejo. Un cortejo que sufrió algún que otro incidente como las dificultades de Melchor para atravesar la verja del asilo de Nuestra Señora de la Consolación –en cuyo interior los ancianos residentes recibieron los primeros caramelos– o el parón en la calle San Vicente de Paúl al estropearse el remolque de la carroza de la selva. Pese a todo, la cabalgata completó su recorrido, con gran afluencia de público en las vías más señeras del barrio, como la calle Castilla. La Cabalgata de Reyes del distrito San Pablo-Santa Justa. / Carlos Hernández La Cabalgata de Reyes del distrito San Pablo-Santa Justa. / Carlos Hernández Aunque fue de las primeras en cambiar su salida a la tarde del día 6 en vez de por la mañana, y es uno de los cortejos más numerosos con 19 carrozas y un millar de beduinos, la de Triana ya no es la única cabalgata que hace su recorrido vespertino. También por la tarde discurrió el cortejo del Polígono de San Pablo, especialmente vistoso al encenderse las luces de las carrozas al anochecer por el puente de Kansas City donde, por cierto, el lógico atasco ante el corte del tráfico fue llevado ayer con especial paciencia por los conductores e incluso por los pasajeros de los autobuses de Tussam, aunque siempre hay algún impaciente que toca el claxon. Igualmente salió por la tarde la cabalgata de Sevilla Este, un barrio con gran población infantil que disfrutó de lo lindo despidiendo a Sus Majestades. La Cabalgata de Reyes del Polígono Sur. / Carlos Hernández La Cabalgata de Reyes del Polígono Sur. / Carlos Hernández No obstante, la mayoría de las cabalgatas de los barrios –ya son tantas que más de un niño preguntaba a sus padres qué era eso de otra cabalgata– sigue saliendo por la mañana y así fue en el Polígono Sur, donde la Banda Bendición y Esperanza creada recientemente en la parroquia de San José Obrero para sacar a niños y jóvenes de las calles participó por primera vez en el cortejo acompañando a la carroza del Arca de Noé. También por la mañana hizo su recorrido la de Nervión, con Sus Majestades en coche de caballos y una parada muy especial, como es tradicional, en el Hospital de San Juan de Dios para llevar presentes y sobre todo cariño a los internos y también a los profesionales que dejan a sus familias para compartir con ellos esta jornada. Y así, por cada rincón de la capital y repartiendo caramelos, regalos y sobre todo ilusión, se despidieron Sus Majestades de Sevilla... hasta el año que viene.

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