"Yo soy pediatra. Siempre he estado en el dolor de los niños, por eso su sonrisa es para mí lo más grande. Es lo que espero ver cuando esté en la Cabalgata", resumió ayer Alfonso Carmona, impulsor del Instituto Hispalense de Pediatría y, desde ayer, proclamado rey Melchor de la Cabalgata del Ateneo de Sevilla. Claro que Carmona ya era rey mago antes: desde hace 15 años participa en el programa Viaje hacia la vida, en el que la ONG Tierra de Hombres trae a Sevilla a niños de países subdesarrollados con graves enfermedades que en su país no tienen tratamiento, para que se operen en la Clínica Sagrado Corazón. Y desde 2005 realiza campañas de vacunación en Costa de Marfil con la ONG África Arco Iris , inmunizando contra meningitis, fiebre tifidea y otras enfermedades potencialmente mortales; en sus viajes ha vacunado a 200.000 niños y sus madres. Así que, fajado ya en el oficio de los sueños, el próximo 5 de enero repartirá algo más que caramelos desde su carroza, pero no quiso desvelarlo para no arruinar la sorpresa, "en estos tiempos en los que es tan difícil producir ilusión", como confesó este monarca-pediatra, el más efusivo y sonriente que uno pueda imaginarse.
Los tres Reyes Magos recibieron ayer en el acto oficial de su proclamación, que se celebró en la antigua Capitanía General de Sevilla, las tres coronas color oro y verde que estrenaron sus antecesores en 1972 y que este año han sido restauradas. Y que en el caso de Baltasar se queda en casa, porque la estrenó Eduardo Miura Fernández, abuelo del torero Eduardo Dávila Miura, que será quien encarne al rey negro 40 años después. Aunque todavía no se la ha probado, el matador de toros admitió ayer que le hace una especial ilusión llevarla.
"Los toreros tenemos unas vivencias muy fuertes y yo, desde que me retiré en 2006, echaba de menos esos sentimientos que he vuelto a vivir desde que recibí vuestra llamada, porque los toreros pasamos más miedo en los previos que en la plaza... ¡Y yo después de lo que estoy pasando con esto a lo mejor reaparezco y todo!", confesó Dávila Miura, que llegó a comparar la responsabilidad de ser rey mago con la de "matar a seis miuras en Sevilla". Al torero lo acompañarán en la carroza sus hijos Carmen, de 9 años; Rocío, de 7; y Eduardo, de 4 años, frutos de su relación con su mujer, Carmen, con la que hoy miércoles cumplirá "diez años de casado", como contó ayer en una intervención llena de anécdotas en la que no olvidó recordar que son "momentos difíciles, pero yo creo que en estos momentos es cuando hay que tirar para adelante".
La terna la completó un Gaspar al que dará cuerpo el abogado y presidente de la Federación Española de Tenis, José Luis Escañuela, que ayer confió en revivir desde su carroza su primer recuerdo de la Cabalgata, al que asistió con su abuela "cuando era muy niño, en un día de lluvia en el que había poca gente en la calle, pero quizá por eso fue un momento lleno de magia". Escañuela, al que acompañarán su hijo de 18 años y su hija de 12, también se comprometió con el Ateneo a que la noche del próximo 5 de enero "entraremos en todas las casas administrando la ilusión".
La Cabalgata de Reyes será pregonada previamente por el profesor de la facultad de Comunicación de la Hispalense y columnista de Diario de Sevilla Carlos Colón, el día 27 en el Paraninfo de la Universidad. Colón se alegró ayer de poder "compartir con todo el mundo" una convicción: "Soy un absoluto convencido de la existencia de los Reyes Magos, un misterio que si se descubre bien es una de las formas más bonitas de vivir el tránsito de la infancia a la adolescencia, con la certeza de que es el amor el que lo permite", señaló el también escritor. Aunque su pregón aludirá a la crisis, Colón sentenció que, "como niño de los años 50", recordaba "Reyes Magos muy modestos como los más bonitos", y avanzó que en su pregón recordará que la crisis brinda la ocasión "de descubrir el valor que tienen las cosas por sí mismas, más allá de su precio porque, como dice el refrán, es de necios confundir valor y precio".
Además de las coronas de los Reyes, en el acto de ayer se entregaron también las que lucirán Miranda Benvenuty, que encarnará al Heraldo; Alberto García Mejías (Gran Visir) y Antonio Bustos (Mago de la Fantasía); y las diademas de la Estrella de la Ilusión (Silvia Aguaded) y Palas Atenea (Inmaculada Vélez).
En la mesa presidencial estuvieron el general jefe de la Fuerza Terrestre, José Ignacio Medina Cebrián; el presidente del Ateneo, Alberto Máximo Pérez Calero; el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido; el vicepresidente de la hermandad de los Reyes Magos (y presidente del Consejo de Cofradías), Carlos Bourrellier; y el director de la Cabalgata, Manuel Sainz Mëndez.
