Las nubes respetaron este día no sólo en la capital, sino en todos los puntos de la provincia, para alegría de niños y alivio de padres.
La tregua permitió hasta que el sol asomara, por ejemplo, en Dos Hermanas, que avisó de que iba a salir "aunque lloviese". No hizo falta y los niños disfrutaron de unas carrozas que estaban dedicadas a algo muy actual: el trabajo. Se vieron carrozas dedicada a los albañiles, con un castillo de cuento; a los diseñadores, con zapatos y vestidos de Cenicienta; a los carpinteros, con un guiño a Pinocho; a los ceramistas, con zambombas artesanas; a los orfebres, con las coronas de los Reyes... Y, como no, las cabalgatas de Melchor, Gaspar y Baltasar y la Estrella de la Ilusión. El cortejo, integrado por 20 carrozas, repartió caramelos, como siempre, pero optó más por los frutos secos, las chocolatinas y las golosinas, además de 80.000 juguetes, 50.000 mas que en 2009.
Las mismas carrozas de Dos Hermanas salieron en Alcalá de Guadaíra, que festejaba con emoción la propuesta de concesión de la Medalla de Oro de la ciudad. Y lo hizo bajo los sones de cuatro bandas de cornetas y tambores y cuatro grupos de pajes beduinos, que hicieron sus particulares locuras por el trayecto. Y, tras tanto jolgorio, se llegó a la noche, cuando se culminó con la tradicional entrega de juguetes a los niños más necesitados en los salones del colegio Salesianos. Ya para hoy, quedará la cabalgata de los barrios y los distritos.
La ilusión también se desbordó en Utrera que en la noche de Reyes "es Reina", como dice el eslogan de la asociación Maestro de la Milla, organizadora del desfile. Si Dos Hermanas le dio por el trabajo, los utreranos optaron por el cine. Siguiendo esa temática, el cortejo estuvo encabezado por los porteros de una noche de cine, que repartieron hasta 50.000 entradas simbólicas como antesala al espectáculo que llegaría después. Con este gesto, la asociación buscaban también recaudar donativos. Además, lograron in extremis el dinero para que un año más hubiera fuegos artificiales. Fue el complemento perfecto a una gran cabalgata que pudo lograr mantener su récord particular: 33 años en los que el desfile sale de manera consecutiva.
La singularidad de la provincia queda representada en Écija. El Tientapanzas, un personaje típico de la cultura local, fue perseguido con la mirada por los niños. Se ha hecho un hueco incluso en la elección de los Reyes Magos y el Cartero Real. Eso sí, en esta ocasión tuvo que compartir protagonismo con las dos carrozas del Gran Visir, que son de la hermandad de El Silencio.
De las 25 carrozas inscritas hace menos de un mes sólo salieron 20, prácticamente las mismas que el año pasado. La cabalgata repartió los mismos kilos de caramelos -11.000-, pero el recorrido fue más largo hasta llegar el barrio de la plaza de toros.
Pero la tradición no queda ahí, sino que se extiende también por el Aljarafe, que busca su fórmula mágica para que vean que hay algo más allá de la cabalgata de la capital. El rey Baltasar, el más querido por los niños, siguió ganando puntos en Mairena del Aljarafe, ya que esta vez fue designado por sorteo entre más de 32.000 vecinos. Y la agraciada fue la joven Ana Campos. En Tomares, mientras, engancharon a los más niños con un cortejo que recreaba las cuatro estaciones del año para divertir y aprender.
Y no fue la única temática. Los pequeños de Lora del Río vieron una cabalgata que recreaba un los clásicos televisivos como Barrio Sésamo o Verano Azul. Pero los que lo pasaron bien, tanto chicos como mayores, fueron los de Valencina de la Concepción, que tenían a un DJ cerrando el cortejo, o en Villanueva del Ariscal, que arrojaron 60 kilos de chacina envasada al vacío de bolsas de picos.
