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“Los seis millones de parados deberían ser seis millones de emprendedores”

Los expertos apuestan por crear negocios “alejados de lo tradicional”, con la mirada dirigida a internet y Latinoamérica en el curso ‘Cómo arrancar mi propio negocio en tiempos de crisis’

el 12 jul 2013 / 23:30 h.

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El profesor de Márketing de la Olavide Francisco José González del Piñal. El profesor de Márketing de la Olavide Francisco José González del Piñal. El profesor del Departamento de Organización de Empresas y Marketing de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) Francisco José González del Piñal Pacheco afirmó ayer que hay que tener la mentalidad de vender fuera porque existen productos muy buenos y exportables. “Aquí dentro ha caído el consumo de forma alarmante debido a la crisis, que está afectando a los países de la zona euro. Pero en el resto del mundo empresas como el Santander, BBVA, Abengoa o Telefónica, que tienen la mayor parte del negocio fuera, están muy bien valoradas en bolsa porque en otros países no hay crisis, sino que la tenemos aquí dentro”. El profesor realizó estas manifestaciones durante el curso Cómo arrancar mi propio negocio en tiempos de crisis, que se está celebrando en el marco de los cursos de verano de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona y del que es coordinador, junto al también docente de la Olavide Borja Villa Ramos. Según González del Piñal, existen tres motivos fundamentales para emprender. En primer lugar, hay muchas personas que tienen necesidad de montar un negocio porque no tienen ingresos mensuales al estar en desempleo, pero tienen experiencia, formación y bagaje. Pueden optar por irse al extranjero a trabajar, algo que cree que debemos evitar por la pérdida de capital humano en nuestro país, y, por otro lado, pueden intentar arrancar su propio negocio o proyecto que les permitan tener unos ingresos que satisfagan sus necesidades básicas. El segundo motivo, a su parecer, es que vivimos en una importante crisis que ha dado lugar a numerosos cambios, que suponen oportunidades que se pueden aprovechar para hacer negocios relacionados con ellas. Y la tercera es que vivimos en plena revolución tecnológica, lo que nos da acceso a mercados que están a miles de kilómetros a un solo clic, como el latinoamericano, que está creciendo mucho y en el que podemos vender productos. En la actualidad, los datos del consumo con los que se cuenta son “desoladores” y las perspectivas de aquí a final de año “no son nada halagüeñas”. En cambio existen sectores que están funcionando, como las ventas por internet, que están creciendo en tasas superiores al 25% cada año. En su opinión, el turismo también funciona muy bien y las exportaciones están creciendo. “Hay productos que, aquí para nosotros, tienen un coste bajo, y que son de lujo en países como México, donde la producción textil está muy bien valorada. Después hay otros sectores que también funcionan como las escuelas de idiomas de inglés, alemán, chino o ruso”, apuntó. Con respecto a las actividades que este experto recomienda no poner en marcha, señaló el comercio tradicional, que tiene altos costes fijos, “por lo que uno tiene que hacer mucha caja para poder pagar los gastos. También evitaría aquellos negocios que suponen un importante desembolso inicial porque el riesgo que tenemos de perderlo es muy alto, además de obligarte a buscar financiación. Por lo tanto, lo ideal son actividades con una inversión inicial baja y con unos reducidos costes fijos”. Aunque admitió que no es fácil, apostó por intentarlo. Hoy en día los recursos son muy escasos, “pero el principal problema que nos encontramos es que, aunque existen ayudas para los que se deciden a crear un negocio, no hay una única política de apoyo al emprendedor desde los Gobiernos central, autonómico o municipal, por lo que, con tanta amalgama de información, el emprendedor se pierde”. A su parecer, lo ideal sería que hubiera un único organismo que englobara toda esta información permitiendo aprovechar de forma eficiente los recursos, porque están desperdigados. Por otro lado, admitió que en Andalucía no existe una cultura emprendedora: “Esos seis millones de parados deberían ser seis millones de emprendedores”, concluyó

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