Los pacientes sevillanos son los que más esperan para entrar en la consulta del centro de salud, según un estudio realizado por Eroski Consumer . Para la investigación, se encuestaron 4.250 pacientes españoles y se analizaron 2.914 centros en España. En el caso de Sevilla, donde se visitaron diez centros de salud, destacó el tiempo de espera para ser atendidos, con 23 minutos, un tiempo superior a la media nacional, que cuenta con 15 minutos de demora. Esta marca solo es superada por Málaga y Zaragoza, con 26 y 30 minutos respectivamente.
A pesar de esta cifra, el grado de satisfacción es elevado, ya que los usuarios sevillanos puntúan el funcionamiento de los ambulatorios con una media de 8,2 puntos, sobre 10. Entre los aspectos más valorados están la cercanía de los centros, las explicaciones que el médico da a sus pacientes, el conocimiento de su historial y su capacidad de escucha, por lo que los 23 minutos se ven recompensados con una buena atención.
Sin embargo, los pacientes otorgan una puntuación más baja tanto al equipamiento del centro como al trato que reciben del personal administrativo, aunque la nota solo baja a una media de 7,9.
Con respecto a la puntuación global, ninguno de los diez ambulatorios visitados suspende la prueba de este estudio de Eroski Consumer, pues la calificación final de los centros de atención primaria es de un “bien”. Además, si se compara esta nota con la obtenida por los centros de salud sevillanos analizados en 2006, la calificación ha mejorado en los últimos cuatro años, cuando se encontraba entre el “aceptable” y el “bien”.
Estos centros de salud fallan especialmente en el apartado de información y servicios, con un “aceptable” de media. Este bloque se refiere a la señalización del ambulatorio, hojas de reclamaciones, planos y horarios, entre otros.
En Sevilla, esta calificación es de “bien”, un dato que se mantiene respecto a 2006. De hecho, durante la visita de los expertos a las instalaciones de los centros de salud se vieron carteles con las normas de comportamiento y los derechos de los pacientes en todas ellas, así como indicaciones mostrando el lugar donde se encontraban las distintas dependencias del centro.
Lo más destacado de los centros es la accesibilidad, un apartado en el que obtienen un “muy bien”. Así, los diez centros sevillanos eran accesibles en el exterior y en el interior, porque no contaban con barreras arquitectónicas que obstaculizasen el acceso a las dependencias. Sin embargo, uno de los centros no contaba con aseos adaptados y los carteles no estaban traducidos al braille.
Finalmente, la peor nota la recibe el apartado de seguridad y el de limpieza y mantenimiento, con un “aceptable”, una nota inferior a la media del estudio, que consiguió un “bien”. Las deficiencias se deben a aseos sucios y algunas puertas de emergencia que estaban cerradas.
