De igual forma, y como elemento inherente a la Feria hispalense, se encuentra la Calle del Infierno, que aglutinará a gran parte de los ciudadanos sevillanos, quienes gastarán en sus atracciones en torno a los 204,62 euros, atracciones, que según recordó en una nota UCA-UCE, tienen que tener a disposición del consumidor que lo solicite el correspondiente libro de reclamaciones.
A lo anterior se suma una media de 158,26 euros anuales correspondientes a las cuotas de acceso a las casetas privadas, con una cifra que podría elevarse hasta los 1.320,48 euros si se incluye el traje de flamenca o de corto -en el que cada sevillano se gasta de media 443,52 euros-, y el paseo en coche de caballos, para el que muchos ciudadanos destinarán 72,58 euros más de media, sin incluir otros aspectos como los abonos o entradas para las distintas corridas de toros que se celebran durante estos días.
En cualquier caso, el colectivo señaló que la Feria viene marcada por un momento en el que las economías domésticas se encuentran severamente castigadas como consecuencia de la fecha tan temprana en la que se celebra en este año.
Igualmente, desde la Unión de Consumidores de Sevilla se hizo especial hincapié en que los alimentos “deben estar expuestos en sus correspondientes vitrinas refrigeradas, alejadas del polvo y la suciedad habituales en esta fiesta”.
Asimismo, se recordó que los camareros deben tener su correspondiente autorización para manipular alimentos, “de forma que se garantice que la comida que hemos adquirido y que vamos a tomarnos ha sido manipulada por un profesional conforme a las mínimas reglas de higiene”.
