Los representantes provinciales de los sindicatos mayoritarios, UGT y Comisiones Obreras (CCOO), coincidieron ayer en criticar “el chantaje” al que la compañía sueca Ikea está sometiendo, en su opinión, al Ayuntamiento de Sevilla para lograr los cambios que persiguen en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Después de reunirse con el portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida, Antonio Rodrigo Torrijos, el secretario provincial de UGT, Juan Antonio Gilabert, aseguró que “hay gente que utiliza el empleo para hacer cambios radicales en el urbanismo con la presión de grandes multinacionales. Es una barbaridad”. Acerca del ultimatum que la empresa ha dado al consistorio para que acepte las condiciones de su proyecto de una segunda tienda en Sevilla, Gilabert aseguró que “no se puede chantajear al Ayuntamiento” y puso en duda las cifras que anunció la compañía, con las que, gracias a su inversión, se crearían 4.000 empleos entre directos e indirectos: “Nosotros somos los primeros interesados en crear puestos de trabajo, pero 4.000 es lo que dicen ellos, ¿dónde están las cifras y el análisis científico?”.
El secretario de organización de CCOO en la provincia, Daniel Barrera, apuntó en la misma línea que Gilabert que “no vale que, con la excusa del empleo, se creen burbujas inmobiliarias”. Torrijos, por su parte, recordó que el PGOU es un documento “muy consensuado y que generó un modelo de ciudad”, por lo que considera que “no es de recibo que una multinacional condicione un inversión a la modificación sí o sí” del Plan. “Es indigno, quiebra la esencia de la soberanía y del Esado de Derecho”, sentenció. El portavoz de IU insistió en que su partido no se opone a la construcción de un nuevo Ikea, “pero no a cambio de colonizar el PGOU”, del que dijo que “no impide ni cercena la voluntad de Ikea. Con el actual plan, Ikea puede hacer siete tiendas en San Nicolás”. Además, Torrijos cargó contra los directivos de la compañía sueca: “Seguramente están pensando que Sevilla puede ser una ciudad del tercer mundo. Espero que su actitud sea respondida de manera firme y democrática”.