El plan de Educación para estabilizar las plantillas de profesores, que adelantó ayer este periódico, tiene el respaldo en bloque de todos los sindicatos de la enseñanza de la mesa sectorial. No es extraño, porque una de las principales medidas del plan es sacar a concurso de traslados todos los puestos provisionales para convertirlos en destinos definitivos. Ésta es una vieja reclamación a la que la Junta siempre ha puesto peros, porque temía consolidar plazas y que luego una caída repentina de la demanda de alumnos obligara a suprimirlas.
Educación cree que el 85% de los colegios puede mantener siempre el mismo número de maestros, por eso planea acabar con la rotación de los 22.000 maestros sin plaza fija dándoles un destino definitivo. CCOO, UGT, ANPE y CSI-CSIF defienden el modelo. Sin embargo, sobre los incentivos para convencer a los profesores definitivos de que permanezca el mayor tiempo posible en el colegio que le asignen, los sindicatos exigen más compromiso: Educación plantea que el docente que más permanezca en una escuela reciba más puntos para el concurso de traslados, pero los sindicatos reclaman, además, un plus económico en el salario de los que se comprometan con los colegios donde la inestabilidad es mayor. Centros rurales, alejados de las capitales de provincia o ubicados en barrios desfavorecidos donde el ejercicio de la enseñanza es más difícil y requiere más implicación. La Junta tiene un catálogo de esas escuelas y otorga 0,5 puntos más por año al profesor que permanezca en ellas. La tasa de rotación del profesorado aquí es "alarmante": el 50% de la plantilla pide traslado cada año, con el consiguiente perjuicio para el proyecto del centro y para el proceso de aprendizaje del alumnado.
Todos los sindicatos propondrán a Educación que regule un plus en el salario para compensar la permanencia, porque creen que "no es suficiente incentivar con puntos". Pero todos admiten que "la coyuntura económica es desfavorable", y que la idea de incentivar el sobreesfuerzo con dinero se acerca mucho a la filosofía del Plan de Calidad, que muchos profesores (y sindicatos) rechazaron por entender que era un "chantaje" al maestro.
Desde CCOO se habla de "un incentivo económico como el que existe en el sistema sanitario para los médicos", pero ahora lo ven "inviable", dice Patricio Pérez. UGT cree que es prioritario "hacer un estudio por provincias de los centros donde se puede consolidar la plantilla y convocar un concurso de traslados amplio". Sobre los incentivos, propone Carmen Lagares "no limitarlos a los destinos difíciles, sino también para profesores que se impliquen con un proyecto educativo duradero". El presidente de CSI-CSIF, Francisco Hidalgo, teme que si Educación saca a concurso todas las plazas provisionales "terminen siendo necesarios más interinos". "Puede que por estabilizar el sistema por un sitio, lo desestabilicemos por otro", dice. En cuanto al plus salarial, plantea unirlo a "un sistema de promoción dentro de la carrera profesional del docente". Desde ANPE afirman que "la tasa de natalidad está tan estabilizada que se pueden cerrar las plantillas permanentes de los centros", dice Antonio Brea. Pese al apoyo, ningún sindicato pasa por alto que "Educación debería convocar más plazas en oposiciones y mantener baja la tasa de interinos", que está en el 5,25%.
