La nueva fase de la instrucción del caso de los ERE ha puesto el foco en los sindicatos. Los responsables de las aseguradoras han declarado ante la jueza Mercedes Alaya que los entornos de UGT y CCOO se lucraron con la red fraudulenta y que llegaron a cobrar más de cuatro millones de euros. Los secretarios generales de UGT Andalucía y de CCOO-A, Manuel Pastrana y Francisco Carbonero, respectivamente, comparecieron ayer en rueda de prensa por separado, y respaldados por un dirigente de la organización nacional, para desmentir estas acusaciones. Ambos se desmarcaron de las tramas corruptas y negaron haber recibido ingresos ilegales. El secretario general de CCOO-A, Francisco Carbonero, ayer. Pastrana puso a disposición de la Justicia las cuentas de su organización, que, según subrayó, son públicas y transparentes. Compareció junto al secretario de Acción Sindical en la Ejecutiva Confederal de UGT, Toni Ferrer. El líder de UGT-A defendió la contundente actuación que, en su opinión, ha desarrollado su sindicato desde que tuvo conocimiento del inicio de la instrucción de este caso, yendo por delante de la Justicia y personándose como acusación particular. Por ello, quiso desmarcar al sindicato de los intereses espurios de aseguradoras, intermediarios o de aquellos que han aprovechado esta situación para lucrarse personalmente. Sobre los supuestos 4,2 millones de euros desviados a los sindicatos, Pastrana insistió en que UGT no ha cobrado ni legal ni ilegalmente ninguna cantidad que se aproxime a esa cifra, por lo que no se sabe de dónde sale esa cantidad, que no tiene ni remotamente relación con los distintos organismos de la UGT que han intervenido en el tema de los ERE. Pidió que deje de relacionarse con la UGT a personas que hace años que no forman parte del sindicato y se refirió en concreto a Juan Lanzas, considerado conseguidor de los ERE, al que la jueza Alaya ha enviado a prisión. Carbonero, por su parte, añadió que su sindicato no tiene absolutamente nada que ver con ninguna trama corrupta y anunció que la dirección confederal se plantea reabrir una comisión interna de investigación creada en abril de 2011 a propósito de este caso para imprimir una mayor transparencia a la actuación. Acompañado por el secretario de Organización y Comunicación de CCOO, Fernando Lezcano, Carbonero explicó que el sindicato reabriría esa comisión si aparecen nuevos datos distintos a los que motivaron su apertura, pero quiso dejar claro que CCOO es una organización con paredes de cristal y una trayectoria intachable que no tiene nada que ocultar. Lezcano señaló que, a raíz de las nuevas informaciones y nuevos nombres que no se conocían en 2011, el sindicato se plantea ahora la reapertura de la investigación interna. Carbonero lamentó el tremendo daño que han causado a la imagen del sindicato y a los miles de trabajadores a los que representa informaciones como las derivadas del auto de Alaya. Lezcano desmintió un posible distanciamiento del secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de Carbonero.