Los buenos resultados cosechados en las elecciones generales el pasado 9 de marzo por los socialistas catalanes y vascos, donde consiguieron 25 y 9 diputados respectivamente, podría traducirse en un mayor peso y presencia en el Gobierno.
Los impulsores de la victoria piden paso. Al menos así lo quiere la dirección del Partido Socialista Catalán (PSC) y en el mismo sentido se ha pronunciado otra de las federaciones al alza, el Partido Socialista de Euskadi (PSE).
Por lo pronto, varios dirigentes socialistas no descartaban ayer que el PSC pueda incrementar el número de ministros. En la actualidad cuentan con dos, la ministra de Vivienda, Carme Chacón, y el titular de Industria, Joan Clos. Precisamente, el incremento del número de ministros catalanes fue una de las cuestiones sobre las que ayer se pronunciaba el portavoz del PSC, Miquel Iceta. No quiso precisar números, pero su respuesta fue clara: "nosotros vamos a por todas".
Fuentes del PSC precisaron que no se ha entrado aún en esa fase de ver cuál será la representación, aunque sí apuntaron que tan importante es el número de ministros como las carteras que van a llevar. Otras fuentes de los socialistas catalanes insistieron en que, a veces, se tiene más influencia con un mayor número de altos cargos en puestos estratégicos que con más ministros.
En lo que coinciden las fuentes consultadas es en que Carme Chacón seguirá en el Ejecutivo y apuestan por que tenga más peso. Otro de los valores que cobra fuerza es el secretario de Estado de Economía, David Vegara. Sin embargo, algunas fuentes socialistas no veían clara que el actual titular de Industria vaya a repetir en el nuevo Ejecutivo.
También el pse.
En cuanto al PSE, hay partidarios de que Zapatero tenga en cuenta su resultado en los comicios a la hora de nombrar ministros y otros que consideran que la formación del próximo Ejecutivo no tendría por qué tener en cuenta este criterio.
El argumento que ofrecían es que los buenos resultados del PSC o el PSE han sido a costa de que otras federaciones aguanten el tirón de los problemas que supusieron el Estatuto catalán o el tema vasco. En cualquier caso, indicaron que la última decisión la tendrá que tomar el presidente del Gobierno.
