Economía

Los ‘súper’ con precios más agresivos hacen su agosto

Lidl y Aldi, los protagonistas de la distribución regional en 2009

el 10 may 2010 / 20:07 h.

En un año, el de 2009, con la crisis económica metida hasta los tuétanos, los supermercados e hipermercados que supieron y pudieron rebajar los precios y ajustar costes fueron los que ganaron mercado dentro del muy competitivo negocio de la distribución comercial. En Andalucía, que superó la barrera del millón de parados -más de una cuarta parte de la población activa-, la estrategia orientada hacia el abaratamiento constituyó, y quizás más que en otras comunidades autónomas, la clave primerísima para evitar la huida de clientes, amarrarlos e incluso crecer.

El clásico y amplio anuario de la distribución comercial en España que elabora la consultora especializada Alimarket -es una auténtica referencia en estudios de mercado- revela que fueron las dos cadenas más representativas del conocido como hard discount (formato de descuento duro), los súper Lidl y Aldi, las que más crecieron en esa región el año pasado y, junto con Mercadona y Cash Lepe (tiendas El Jamón), acapararon el grueso de las inauguraciones de nuevos establecimientos de venta al público en un año que, por lo demás, estuvo marcado también por los recortes de red, léase, cierres.

Semejante empuje de las tiendas que presumen de vender barato vino acrecentado, asimismo, por la mayor apuesta por las marcas blancas, esto es, propias del supermercado o hipermercado, que siguieron ganando terreno frente a las de los fabricantes tradicionales, y en productos como lácteos, aceite de oliva y semillas o arroz rebasan ya con creces la mitad de todas las ventas. Y aquí Lidl y Aldi tuvieron mucho que decir también.

No en vano, ambas compañías, viendo las orejas al lobo, dieron un viraje al cambio de estrategia que estrenaron dos años atrás, y que consistía en introducir más etiquetas de fabricantes en el surtido para, así, desprenderse del sambenito de la exigua presencia de marcas. Pero, quieto parado, que llegan tiempos difíciles, volvamos a nuestra esencia, y acertamos.

Pero vayamos a los números aportados por Alimarket. Lejos quedaron los holgados refuerzos de las redes comerciales de años pasados, y que tuvieron el culmen en 2004, con trayectoria descendente a partir de ahí, aunque con un ligero repunte en el año 2008, y ello pese a que estábamos ya inmersos en plena crisis.

La superficie comercial andaluza (establecimientos con base alimentaria y, por ende, con productos de gran consumo) sólo aumentó en 2009 el 0,2%, hasta los 2.226.252 metros cuadrados, pero la cifra de tiendas, 4.278, se apuntó un descenso del 1,9% sobre las de 2008. Por lógica, la tendencia es ir hacia espacios de mayor tamaño, y también surtido.

Se cerraron en esta comunidad el doble de locales de los que se abrieron (190, con 78.229 metros cuadrados, frente a 98 con 69.347 metros cuadrados). Como explican fuentes del sector, durante el año pasado se experimentó en la distribución comercial un ajuste similar al de la red de sucursales bancarias. La cercanía de tiendas de una misma cadena ha pasado a la historia, esto en las finanzas se denomina duplicidad, incompatible con la necesidad de ahorrar en tiempos de crisis.

Pero Alimarket ofrece también otra explicación al porqué de los cierres de tiendas y de ese casi estancamiento de la superficie comercial -representó el 19,2% del conjunto del Estado-, al recordar que, junto con los indicadores negativos sobre la economía y el aumento del paro y su efecto sobre el consumo, Andalucía es una de las regiones españolas con mayor densidad comercial: 268,1 metros cuadrados por mil habitantes. El dato, 19,4 puntos por encima del promedio nacional, aunque en su descargo cabe alegar que aquí el crecimiento poblacional supera la media.

Todas las aperturas fueron de supermercados, ninguna para el formato hipermercado. De las 98 inauguraciones hechas el pasado ejercicio, 21 correspondieron a la enseña Mercadona, cuya superficie comercial alcanzó los 421.157 metros cuadrados, pisándole los talones al grupo francés Carrefour -incluye no sólo los hipermercados, sino también las tiendas DIA, propias y franquiciadas, y otras filiales-, con 443.215 metros (ver infografías anexas).

La compañía de origen valenciano, que también cerró siete locales, orientó principalmente su estrategia hacia Málaga y Granada. Cabe recordar, en este sentido, el empuje que a su negocio dará su tercera plataforma logística, que construye en Guadix -se sumará a las de Antequera y Huévar del Aljarafe-.

Esa constancia de Mercadona contrastó con la apatía mostrada por sus más directos rivales. Así, la consultora indica que la vasca Eroski y la andaluza MAS (Grupo Hermanos Martín) "no movieron ficha", mientras que las filiales de El Corte Inglés (los Hipercor y sus supermercados) perdieron parte, aunque mínima, de la porción del pastel, frente a las siete décimas ganadas por la cadena presidida por Juan Roig (hasta el 18,9% de la cuota regional).

Mientras, Lidl y Aldi, con seis y cinco aperturas andaluzas, respectivamente, se aprovecharon de la reconversión de la red DIA (del grupo Carrefour) y de la venta de establecimientos de esta cadena de autoservicio, que perdió peso regional.

El Jamón gana peso a base de locales DIA 

Mención especial requiere el crecimiento de la compañía onubense Cash Lepe, que opera en el formato supermercados bajo la enseña El Jamón. Como viene siendo habitual en esta empresa, su crecimiento procede de la compra de locales a otras cadenas rivales. Así, el año pasado incorporó 11, hasta los 154, adquiridos a DIA y transformados en El Jamón. De esta forma, su superficie de ventas aumentó un 14%, hasta los 94.583 metros cuadrados, convirtiéndose, así, en el octavo operador de la distribución regional, siendo líder indiscutido en la provincia onubense. Precios e inversión publicitaria, las principales armas. 

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