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Los trabajadores con estudios universitarios crecen 10 puntos en siete años

La Universidad ya no es elitista. Los andaluces, sobre todo las mujeres, demandan cada vez en mayor medida estudios superiores empujados por las altas tasas de paro y en busca de mejores salarios. En Andalucía los trabajadores con niveles de estudios secundarios y superiores han pasado a representar tres de cada cuatro asalariados.

el 14 sep 2009 / 22:18 h.

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La Universidad ya no es elitista. Los andaluces, sobre todo las mujeres, demandan cada vez en mayor medida estudios superiores empujados por las altas tasas de paro y en busca de mejores salarios. En Andalucía los trabajadores con niveles de estudios secundarios y superiores han pasado a representar tres de cada cuatro asalariados.

Desde 1994 a 2001, periodo analizado, los asalariados andaluces con estudios universitarios han pasado del 10 al 20%. Aquellos trabajadores con estudios secundarios han pasado en el mismo periodo del 40 al 50%, mientras que los que ostentan estudios primarios han caído del 40 al 30%. Una realidad que difiere en muy poco del panorama nacional.

Sevilla, Málaga y Granada son las provincias que acumulan mayor nivel de formación entre sus trabajadores. Aunque la diferencia con Almería, la peor situada, es relativamente corta. Son datos del estudio "La inversión en formación de los andaluces", publicado por el Centro de Estudios Andaluces, adscrito a la Consejería de la Presidencia, y elaborado por Oscar Marcenaro, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga.

El informe, pionero en Andalucía en conectar la formación educativa y el mercado de trabajo, pone sobre la mesa el aumento de la demanda de estudios post-obligatorios entre los andaluces empujados por los altos datos del paro. Cuando la oportunidad de trabajo disminuye, la de seguir en el sistema educativo aumenta. Sobre todo porque el desempleo entre los universitarios está por debajo de la media y sus salarios medios son, en general, superiores al resto.

El informe demuestra que cada año de estudios aumenta la probabilidad de ocupación de las mujeres andaluzas entre un 9,7% y un 12,7%. En el caso de los andaluces ese aumento se reduce a la mitad.

Las cargas familiares siguen siendo el gran lastre de las mujeres para acceder al mercado laboral. La influencia de los estudios en los salarios también es notable. Cada año de estudio completado por una mujer aumenta sus ganancias una media de un 5,5% mientras que ese rendimiento medio desciende al 2,7% cuando se trata de hombres. Con estas cifras no es cuestionable la mayor rentabilidad de las inversiones educativas para las mujeres aunque eso sólo es consecuencia, alerta el informe, "de las mayores exigencias que éstas tienen que superar para poder acceder a un mercado laboral tradicionalmente dominado por hombres". "Las mujeres que trabajan son en general un grupo seleccionado", agrega el profesor Marcenaro.

En la actualidad la relación entre años de formación y salarios se mantiene significativa pero el futuro va por otros derroteros. Esta magnitud "parece ir debilitándose" ya que "el crecimiento de la oferta de personal formado en mayor proporción que la demanda contribuirá a una depreciación de su valor en el mercado". Ser universitario sigue siendo un plus pero cada vez lo será menos.

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