Llevan 12 años trabajando todos los fines de semana cuando tienen en su mano una sentencia del TSJA del año 2005 en la que se reconoce su derecho preferente a ocupar las vacantes a tiempo completo que han ido surgiendo. 17 limpiadoras reclaman a su empresa el cumplimiento del fallo.
María es una de las 130 empleadas a turno parcial de la empresa Eurolimp que espera, desde hace una década, ocupar una plaza de tiempo completo. Su convenio colectivo le otorga el derecho preferente a ocupar las vacantes. "Entré en la empresa en el año 93. Imagínate la de gente que se ha ido desde entonces. Y nunca nos han ofrecido ninguno de los puestos que se quedaban libres. ¿Sabes lo que es no tener ni un domingo libre para estar con tu hijo, con tu familia o tus amigos?", pregunta.
Y es que todos y cada uno de los fines de semana que han compuesto los últimos 14 años de su vida los ha dedicado a limpiar el Hospital Maternal del hospital Virgen del Rocío. "Como otra mucha gente que no tiene más remedio que trabajar los fines de semana. Pero la diferencia está en que tenemos una sentencia del TSJA que nos ampara a la hora de exigir uno de los más de 30 puestos a tiempo completo que durante todos estos años se han ido produciendo por fallecimiento o por jubilación".
La resolución judicial llegó a finales de 2005. Además de admitir el derecho preferente de estas mujeres a ocupar las vacantes, insta a la empresa a que publique el número de bajas que se han producido en los últimos tres años. "Pero nunca nos llegaron a informar. Y las presiones por parte de la empresa y del comité de trabajadores son insostenibles", relata. El único paso a su favor se alzó el pasado 2 de octubre: Eurolimp ofreció 17 puestos a jornada completa. A pesar de que todas han recibido un burofax en el que se les pregunta si los quieren, "la lista de admitidos se ha hecho sin respetar la antigüedad, tal y como recoge la sentencia del TSJA y el convenio colectivo".
Así aparece en la última página del acta de la reunión donde se transcribe la lista de empleadas propuestas para el cambio de turno. María y otras tres compañeras se han quedado fuera. "La empresa nos ha invitado a renunciar a las demandas que hemos ganado y ellos tienen recurrida si queremos entrar".
Según Cinta Vizcaya, representante de la empresa en dicho encuentro, existe un anexo en el convenio colectivo firmado en el año 2006 -dos años después de que 17 limpiadoras interpusieran las cuatro demandas- que exime a la empresa a negociar ningún cambio laboral con un empleado que posea una causa abierta. "A eso se une el hecho de que no estamos obligados a contratar a nadie, porque la sentencia no nos obliga a nada. Únicamente reconoce el derecho preferente de estas mujeres en caso de que se decidan a hacer contratos indefinidos nuevos". Un privilegio que se diluye si los huecos se tapan con contratos temporales.
Este punto lo pone en entredicho la abogada de las limpiadoras, Aurora León. "Cubrir una plaza que se demuestra necesaria con contratos temporales no lo permite ni su convenio colectivo ni el estatuto de los trabajadores", esgrime. Como tampoco se puede excluir a un trabajador por denunciar a su empresa. "Está expresamente prohibido porque se vulneraría su derecho a la tutela judicial". Para la letrada, la sentencia del TSJA reconoce a las demandantes el derecho a ser contratadas ya que el juez estima de 30 a 32 vacantes no amortizadas, esto es, puestos de trabajo que no han sido sustituidos.
Para León, la solución está clara: "La Sala ha reconocido el derecho preferente de estas mujeres a ser contratadas a tiempo completo siguiendo el orden de antigüedad en Eurolimp. Y dado que el juez ha reconocido 32 plazas libres y la mayoría de las 17 demandantes son de las más antiguas en la empresa, tienen derecho a estar en esa lista".
