La Fundación José Manuel Lara dejará de editar libros en junio, pero hasta entonces sus responsables de publicaciones tienen faena: cinco títulos, los últimos de su historia, pondrán un más que digno broche a sus colecciones a lo largo de la presente primavera.
La secuencia de hechos se precipitó así: confirmando los rumores crecientes de los últimos meses, la Fundación Lara anunció hace dos semanas que se trasladaría a las oficinas de los Bermejales, que prescindiría de la mayor parte de su personal y reduciría al mínimo su actividad, incluyendo la liquidación de sus colecciones.
Cabe recordar que la rica e intensa actividad editorial desarrollada por la Fundación a lo largo de los últimos seis años se canalizaba a través de una serie Narrativa -que subsistirá publicando cada año el Premio Málaga de Novela-, donde han aparecido obras de autores noveles, como Eva Díaz Pérez, y de consagrados como Alfonso Grosso; otra de Vidas Escritas -de marcado acento periodístico, volcada en figuras como Salvador Távora, Carlos Cano o el rockero Silvio- y una tercera de Biografías, con espléndidos trabajos sobre Manuel Ferrand, Romero Murube, Rafael Montesinos o el propio Alfonso Grosso, entre otros; la colección Vandalia de poesía, que ha publicado a autores como Julia Uceda, Fernando Quiñones, Ana Rosetti, Eduardo Jordá, Fernando Ortiz, Rafael Adolfo Téllez, José María Hinojosa o Ángel García López, por citar sólo algunos.
Otro buque insignia de la Fundación ha sido la colección Clásicos andaluces, un ambicioso proyecto que abarcaba un centenar de títulos, de los que ya vieron la luz obras de Francisco Delicado, Pedro Antonio de Alarcón, Francisco de Rioja, Pedro Espinosa, Juan Valera o Juan de Mena. También fue creada una colección de Rutas, otra de Guías artísticas, otra de Ensayo y la celebrada Ciudades en la Historia.
Sólo cinco títulos de los muchos que estaban en marcha lograrán ver la luz antes del verano. Otros, como un poemario del interesante poeta cubano Waldo Leyva, tendrán que buscarse otro editor, lo cual no deja de ser una ironía habiendo detrás un grupo empresarial -Planeta- que acapara un altísimo porcentaje del mercado editorial en español, con 18 sellos de primera fila.
