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Los vecinos de la Renfe no volverán a casa hasta el verano

La Universidad anuncia que la reparación de los pisos tardará 9 meses como máximo

el 01 sep 2010 / 18:46 h.

El desalojo de los bloques de la Macarena se produjo el pasado 17 de junio.

En la madrugada del pasado 17 de junio, los bomberos tuvieron que desalojar 80 viviendas por el peligro de desplome de una grúa de las obras de la nueva Facultad de Enfermería de la Universidad de Sevilla y por las grietas de hasta 16 centímetros aparecidas en algunos pisos de la barriada de la Renfe. Alrededor de 180 personas tuvieron que salir urgentemente de sus casas, a las que no volverán, como máximo, hasta el verano que viene.

 

El vicerrector de Infraestructuras de la Hispalense, Antonio Ramírez, aseguró ayer a este periódico que los informes técnicos elaborados apuntan que los pisos afectados "son reparables" y que dicha tarea requerirá, como máximo, nueve meses más. Es decir, que la intención de la Universidad de Sevilla es que los bloques estén totalmente arreglados antes de que concluyan los contratos de arrendamiento por un año firmados en julio pasado. "Esperamos no tener que renovar ningún contrato de alquiler", explicó Ramírez, quien añadió que ya se han puesto en contacto con las aseguradoras, a las que no se le reclamarán los gastos hasta conocer con detalle la cuantía de los trabajos.

La constructora de la obra del parking de la Universidad, Ingeconser, pagó de hotel para los vecinos afectados 4.000 euros al día, mientras que el alquiler de los pisos le saldrá por alrededor de 246.000 euros.

El arrendamiento para las cerca de 40 familias desalojadas -que se mudaron a lo largo de julio- cuesta entre 500 y 600 euros mensuales, de ahí que se vayan a pagar unos 20.500 euros al mes durante doce meses. Un dinero que tendrá que poner, finalmente, la aseguradora de la obra del aparcamiento de la nueva Facultad de Enfermería.

Ramírez se reunió ayer con los vecinos, el gerente de Urbanismo y el delegado del distrito para informarles de que las viviendas no se derribarán y del nuevo calendario. En principio, la Universidad y Urbanismo estimaron que los vecinos no podrían volver a sus casas en unos seis meses, como mínimo, un plazo que ahora se alarga hasta el año.

El vicerrector de Infraestructuras de la Hispalense presentó ayer el informe elaborado por los técnicos de la Universidad de Sevilla y del Ayuntamiento, pero indicó que a este documento le faltan aún algunos aspectos por concluir. Lo que sí se tiene claro es que los bloques son "recuperables con el reforzamiento de los cimientos y con la reparación de los daños en estructuras y grietas".

Por ello, Ramírez recomendó que se inicien las obras antes de que comience la época de lluvias, además de ofrecer a los vecinos que sea la propia Universidad la encargada de llevar a cabo los trabajos de refuerzo.

Las obras, no obstante, no empezarán hasta que los vecinos les den el visto bueno a los informes de la Hispalense. "No podemos actuar antes porque son los propietarios quienes tienen que darnos consentimiento y, para ello, antes le presentaremos un informe en detalle", sostuvo el vicerrector.

Los afectados aplauden que no haya derribos

El presidente de la asociación de vecinos Barqueta-Renfe, Bernabé García, se mostró ayer satisfecho con el informe de la Universidad de Sevilla que avala la rehabilitación de los bloques afectados.

Preguntados por si deseaban que fuera la propia Universidad o una empresa externa la encargada de hacer las obras, García señaló a Europa Press que "ya que son ellos los que tienen los estudios iniciales y han llevado la iniciativa, que también sean los que promuevan el arreglo". "Hemos salido bastante contentos" de la reunión, indicó el líder vecinal, que recalcó que no se han producido nuevos movimientos de tierras y que la Universidad cuenta ya con una "hoja de ruta". Los vecinos han pedido que la Hispalense certifique por escrito que asume su responsabilidad. Los daños se valoran en alrededor de 30 millones de euros.

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