Movilidad va a permitir a los vecinos de la segunda ronda que transiten por los carriles de autobuses y taxis. Bajo el control de una cámara que fichará las matrículas. Los vecinos y comerciantes del entorno de Pío XII, que llevan semanas criticando los problemas que les acarrea el sentido único en la vía, mantuvieron el miércoles una reunión con la Delegación de Movilidad en la que su responsable, Francisco Fernández, se comprometió a autorizar que ambos colectivos circulen por los carriles específicos de bus y taxi.
Según informó la delegación en un comunicado, la medida será posible con la implantación de controles de acceso en los carriles para el transporte público, primero con patrullas de Policía Local y, más adelante, mediante sistemas de visión artificial en los dos sentidos de circulación, conectados a bases de datos con la información de los usuarios. El sistema se implantará "a la mayor brevedad". Así se acabarán los quebraderos de cabeza que, según denuncian los vecinos, sufren desde que se reordenó el tráfico, el pasado 28 de febrero.
Además, Fernández propuso a los vecinos y comerciantes la alternativa de mantener dársenas de aparcamiento para residentes en la margen derecha de la segunda ronda en el sentido de la marcha, anexas a los carriles especiales, habilitando su acceso por tramos en función del lugar de residencia, lo que supone en la práctica la creación de 143 nuevas plazas. Se crearán otras 16 zonas más de carga y descarga, que podrán ser usadas para la detención momentánea de los vecinos o para aparcar durante la noche, lo que añade 40 plazas más a las posibilidades del barrio. A ellas se suman las 600 generadas en el entorno con el cambio a batería y a las 300 que se crearán con la apertura "en próximas fechas" de un parking en unas explanadas de la avenida de Llanes, con 3.000 metros cuadrados. Según explicaron ayer fuentes municipales, ese espacio se habilitará "lo antes posible" en los terrenos de Cisneo Alto. Allí está previsto construir unos edificios, pero Fernández ha negociado con Urbanismo una cesión indefinida, ante la dilación en el comienzo de esas obras. Todas estas acciones tratan de compensar la pérdida de 300 plazas que acarreó el nuevo sentido.
"no es un paso atrás". Estas mismas fuentes negaron ayer que esta nueva propuesta intermedia a los vecinos, una solución salomónica que modifica el plan inicial de las obras del sentido único, sea "un paso atrás" en la posición del Ayuntamiento. "El proyecto no se altera, tan sólo ofrecemos una salida intermedia que beneficia a todos, pero no se va a mover nada más. Hemos mostrado toda nuestra buena voluntad con ellos", aseguraron. Desde el Consistorio afirman que las 143 nuevas plazas "no supondrán obstáculo alguno" en los carriles bus y taxi e insistieron en que no será necesario "rehacer la obra", ya que aún está sin concluir, "a tiempo de introducir estas mejoras".
"Les hemos dado más aparcamientos y más carga y descarga. La posición ha sido muy abierta", sostienen estas fuentes. Lo cierto es que el proyecto finalmente se ha modificado, pese a que el alcalde, Sánchez Monteseirín, dijo ante las primeras críticas de los vecinos que no se movería nada sobre lo previsto.
