Hace ya más de cuatro años que los vecinos de Los Potros reclaman las escrituras de sus viviendas. Ya que las devolvieron como protesta por el mal estado de las casas. Después de 30 años, los dueños de estas antiguas VPO no tienen un documento que certifique donde viven.
La historia se remonta al 18 de noviembre de 1978. Entonces el Ministerio de Vivienda (aún la Junta no tenía competencias), construyó y entregó los pisos de Los Potros. El barrio estaba edificado sobre un terreno de arcilla, muy inestable, lo que provocaba que los bloques de pisos se agrietaran e incluso se separaran. Los vecinos se indignaron por el estado de los bloques y como protesta dejaron de pagar la cuota mensual y devolvieron al ministerio (entonces en la calle O´Donnell de Sevilla) los contratos de la propiedad.
Las grietas de las viviendas tenían sus peores consecuencias los días de lluvia, cuando por los respiraderos de las cocinas inundaban los pisos. El calor del verano hacía que la arcilla se expandiera y pronunciara aún más el grosor de las grietas.
Según Miguel Ángel Mena, que entonces vivía en el bloque I de la calle Tesorillo, uno de los edificios más afectados, el ayuntamiento y la consejería se decidieron años después en apuntalar los bloques para evitar las grietas. El consistorio arregló 17 de los 23 bloques, que "quedaron en perfecto estado" cuenta el que fuera presidente de la asociación de vecinos de Los Potros.
La consejería, por su parte, debía arreglar los seis restantes, de los cuales 3 todavía están en malas condiciones, como son los bloques II y V de la calle Tesorillo y el bloque I de la calle La Viña. Jiménez Mena recuerda como en los años noventa fue incluso a la casa del alcalde, Francisco Toscano (PSOE): "Era de madrugada y le dije que viniera a mi casa para ver las condiciones en la que estaba. El alcalde hasta se asustó al ver el estado de mi bloque" declara el expresidente, que sin embargo, hoy reconoce que gracias al consistorio el barrio pudo dar "un cambio enorme", debido al apoyo y las ayudas del gobierno local.
Las escrituras hoy en día se encuentran en el registro de la propiedad, y Miguel Ángel Jiménez dice que, cuando el dejó de ser presidente de la asociación, en 2005, le dijeron que en un mes se firmarían los contratos, de acuerdo con el ayuntamiento y la consejería, para devolver las escrituras. Van a hacer cuatro años de esa promesa, que fue seguida de otras en las que les comentaban más o menos lo mismo: "antes de verano", "antes de navidad" o "de este año no pasa".
Lo cierto es que los papeles aun no están en manos de los dueños. Los vecinos al fin y al cabo llegan a entender que los trámites administrativos van despacio, el registro debe comprobar caso por caso las 253 familias (11 viviendas en cada bloque), lo que está pagado, lo que queda por pagar y los descuentos, ya que los que declararon, por ejemplo, ser familia numerosa tendrían una cuota menor, también todos los pisos no tienen las mismas dimensiones.
La impaciencia de los vecinos se debe a que siempre les dicen que "todo está arreglado", y que les falta poco para tenerlas, por lo que muchos piensan que "les engañan". De momento en la asociación descarta las protestas en el registro de la propiedad, pero reconocen que la situación es cada vez menos explicable.
