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Los vecinos del Arenal amenazan con llevar la movida a Estrasburgo

Vecinos del Arenal amenazan con el tribunal europeo si no se actúa contra las botellonas.

el 24 dic 2013 / 00:36 h.

Sevilla 18 01 2013: Gente fuera de los bares Formando Ruido.FOTO:J.M.PAISANOEl nuevo año traerá consigo otra batalla judicial en el Arenal tras la famosa sentencia del TSJA. Sus vecinos están “cansados” de que cada fin de semana tengan que conciliar el sueño con la movida nocturna que se congrega a la puerta de sus domicilios. Además señalan “problemas colaterales de limpieza y movilidad” en determinadas zonas del barrio. La situación, lamentan, es “desesperante” y los ruidos que se producen hasta altas horas de la madrugada son “insoportables”. Por todo ello están dispuestos a ir a Europa tras las Navidades. Si bien es cierto que no hay grandes botellonas como las que motivaron la sentencia del TSJA hace doce años, ahora el problema se produce cuando los jóvenes se enrolan en la llamada ruta del gin tonic  y salen fuera de los bares de copa en un enclave que ya está saturado. Las calles más afectadas son Arfe, Harinas y Adriano, aunque también se extiende a callejuelas del barrio, como San Diego. En este enclave confluyen cientos de personas los fines de semana que alertan la tranquilidad de los vecinos, y que, en su mayoría, consumen alcohol “con total impunidad” en plena calle. Los vecinos recuerdan que el Arenal está blindado a la botellona por sentencia judicial del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). La resolución con fecha 22 de enero de 2002 daba la razón a los vecinos y obligaba al Ayuntamiento de Sevilla a actuar ante “la permisividad” e “inactividad municipal” en este conflicto de convivencia. Pero el problema ha resurgido de nuevo y no están dispuestos a dar tregua. Desde la asociación de vecinos Torre del Oro del Arenal se insiste en la vigencia de esta sentencia y en la necesidad de que el actual Gobierno local “aplique de una vez las leyes” para frenar el problema. En primer lugar, explican que un notario levantará acta de “las diversas irregularidades” que se están cometiendo, como permitir que se consuma alcohol en la vía pública. Después de Navidad, abrirán un nuevo frente judicial que le llevará de manera paralela a pedir la mediación del Tribunal Superior y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. Ante el Supremo, solicitarán que se vele por el debido cumplimiento de la sentencia del TSJA en la que, recuerdan textualmente, el Ayuntamiento quedó obligado a adoptar medidas “que impidan el consumo de bebidas alcohólicas fuera de los establecimientos y la utilización de aparatos musicales que sobrepasan los límites de emisión permitidos, facilitando la libre circulación de los vecinos”. Algo que, según manifiestan los vecinos, se viene incumpliendo “de manera continuada” en los bares del Arenal, en especial, en las últimas semanas. “Estamos hartos de llamar a la Policía y vienen pero como si nada”, subraya Antonio Fernández, veterano líder vecinal del Arenal a quien hace doce años le dio la razón la Justicia. Fernández asegura que desde el Ayuntamiento les están “tomando el pelo”, a pesar de que la unidad de Asuntos Sociales de la Policía Local se ha interesado por la situación, y ha acudido durante los últimos fines de semana, algo que consideran “claramente insuficiente”. Ante el tribunal europeo, por su parte, enviarán un escrito en el que se acogerán al convenio europeo de derechos humanos, sobre todo, a los artículos que hacen referencia “a la protección de la familia y la vida privada”. Ambos escritos –-el del Supremo y de Estrasburgo–están siendo redactados en estos momentos y se remitirán “tras las Navidades, una vez que haya sido informado el Ayuntamiento”. Asimismo, el malestar vecinal se agrava aún más con la proliferación de bares de copas en el triángulo que conforman Arfe, Harinas y Adriano, una zona que está saturada de ruidos. Apuntan que en los últimos dos años, muchos de los establecimientos tradicionales se han reconvertido en bares donde poder adquirir alcohol hasta altas horas de la madrugada:“Donde había una farmacia, ahora hay un bar. Donde había una fontanería, un bar... Y así hasta cerca de 15 bares de copas en un radio de tres calles”, confiesa el presidente vecinal, que no termina de entender la inactividad de las autoridades. “Lo sabemos los vecinos y también lo sabe el Ayuntamiento, lo que ignoramos es por qué no se actúa. No sé si es que hay intereses por medio o qué se yo, pero hay algo que no funciona. Lo que sí es cierto es que no se pueden dar licencias de bares de copa en una zona saturada”, subraya. En los próximos días, los vecinos afectados decidirán si llevarán a cabo algún tipo de protesta en la calle con la que escenificar el “enorme mosqueo” que tienen al verse implicados de nuevo en un problema de movida nocturna.

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