La instalación de veladores será más cara el próximo año, el horario máximo se recortará, se delimitará el espacio autorizado con tachuelas que pagará el hostelero, los ciudadanos podrán denunciar infracciones por internet y se endurecerán las sanciones si hay reincidencia. Es lo que reza en la nueva ordenanza que ayer, de forma inicial, aprobó el consejo de gobierno de la Gerencia de Urbanismo.
Maximiliano Vílchez, delegado de Urbanismo, presentó las novedades que incluirá la ordenanza subrayando que habrá una delimitación del espacio físico con tachuelas en el suelo –similares a las del carril bici en zonas peatonales– que colocará la propia Gerencia de Urbanismo y que pagarán los hosteleros. Hasta en zonas como la plaza del Salvador se tendrán que instalar.
Será un gasto más a sumar a la subida de las tasas a los veladores, del 6% de media en todos, más lo que supone el cambio de categoría de una veintena de calles (como San Jacinto, Alameda de Hércules, Luis de Morales, Avenida de la Buhaira y Eduardo Dato, Asunción, plaza de la Pescadería, la Gavidia, Reyes Católicos, San Pablo, Adriano o Alemanes). Según los hosteleros, en esas vías el incremento oscila entre el 22% y el 24%. Por todo ello, el sector ya mostró su malestar por los nuevos precios.
Sin embargo, el delegado de Urbanismo volvió a defender ayer que Sevilla es “barata”, ya que el precio más caro es de 37,40 euros el metro cuadrado de terraza al año, mientras que en Madrid el metro cuadrado de velador en una calle de primera categoría está a 108,8 euros anuales; en Málaga es de 92,33 euros y en Bilbao, 59,15 euros. El tope máximo de espacio seguirán siendo cien metros con 25 veladores.
Otra de las novedades de la ordenanza, que el Ayuntamiento quiere que entre en vigor a principios del próximo año, es que las licencias de veladores tendrán que estar expuestas en el exterior del establecimiento, no dentro como hasta ahora, y si hay reiteración de infracciones cabe la posibilidad de la pérdida de la autorización.
Las sanciones siguen entre 600 y 2.999 para las leves, entre 3.000 y 5.999 para las graves y entre 6.000 y 120.000 euros para las muy graves, aunque se añade que el establecimiento que reúna tres sanciones graves y dos muy graves perderá la licencia por reincidente. Entre las multas muy graves se tipifica ahora el que no se puedan ver las delimitaciones que marcan el espacio.
Así lo explicó Vílchez, quien también anunció que la Gerencia establecerá un buzón electrónico para que los ciudadanos denuncien irregularidades, que deberán ser investigadas por los técnicos.
Sobre los horarios, la hora de cierre máxima pasa de las 2 a la 1 de madrugada y en las zonas declaradas acústicamente saturadas (ZAS) los veladores sólo podrán estar en la calle hasta las 23.00 horas (estaban permitidos hasta las 2.00). Así, esta limitación horaria se aplicará en determinadas zonas del Centro o Nervión, por ejemplo. Estos horarios no se aplicarán en Feria, Semana Santa, festivos y sus vísperas.
Vílchez destacó que la nueva ordenanza es “fruto de un importante consenso” con el sector hostelero y con las asociaciones de vecinos (Juristas contra el ruido y la Asociación en Defensa del Descanso), si bien indicó que hay puntos sin acuerdo, como el precio de las tasas o los horarios.
Todos los veladores tendrán que dejar un paso de 1,5 metros para el peatón entre la fachada y la primera mesa, y se admiten por primera vez elementos como estufas, pulverizadores (homologados), jardineras y separadores, dentro del espacio delimitado y reduciendo el número de mesas. Incluso se negociará la regulación de los elementos de sombra, que deberán ser desmontables y sin cortinajes laterales. También se autorizan que los hoteles tengan terrazas siempre que cuenten con un bar o restaurante con acceso desde la calle.
Vílchez defendió que se trata de poner “en orden” las calles, que los hosteleros puedan seguir creando empleo, mientras que se “armonizan” sus intereses con los de viandantes, vecinos y turistas.
Precio de la obra, en negociación. El delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, admitió ayer que está negociando con el sector el precio final de la tasa por la licencia de obras, así como la del nuevo precio por estudios arqueológicos. En concreto, en el borrador de ordenanza fiscal se establece el cobro de entre 900 y 3.900 euros en función de los metros cuadrados para el hasta ahora gratis estudio arqueológico municipal.
Vílchez aseguró que sigue negociando con la patronal de la construcción los nuevos precios y que el portavoz municipal del PSOE, Juan Espadas, quiso “apuntarse un tanto” al solicitar la rebaja de estas tasas. “Estamos en un periodo de consultas que admite cambios”, sentenció.
Por su parte, Espadas recogió ayer la preocupación de la patronal Gaesco por el impacto en la construcción de las tasas de Urbanismo y pidió al alcalde, Juan Ignacio Zoido, que retire las subidas en las licencias de obra.
El portavoz socialista se reunió con los empresarios para recoger propuestas de incentivo a uno de los sectores “clave” de la economía de la ciudad “que aún tiene margen para la creación de empleo”. De hecho, Espadas considera “letal” para el sector el nuevo cálculo que hace el Gobierno de Zoido de las tasas por licencias de obra, en las que “abre la puerta a subidas que pueden llegar a duplicar el coste actual de la solicitud”.
Tras la cita con el presidente de Gaesco, Miguel Rus, y con su gerente, Juan Aguilera, Espadas criticó que Zoido mantenga, además, la creación de nuevas tasas que aún graven más a un sector “debilitado” como es el nuevo canon que habrá que pagar por solicitar una prórroga sobre la licencia, estipulado en un mínimo de 120 euros a partir del que se calcula el 5% sobre lo que ya se pagó en la licencia inicial. Con todo, la principal preocupación que el sector transmitió a Espadas pasa por la subida “encubierta” que se producirá en las licencias de obras mediante la introducción en la ordenanza de una excepción por la que cuando el presupuesto por metro cuadrado supere en más de un 25% el módulo de 486 euros, se considerará singular y se cobrará según el valor real.
